Los engranajes de Víctor Muñoz: Real Zaragoza - Mallorca

Analizamos a fondo las tácticas del Real Zaragoza ante el Mallorca. Todas las claves del equipo de Víctor Muñoz: la presión, la salida de balón, la entrada de Jaime o la nueva posición de Cabrera.

Los engranajes de Víctor Muñoz: Real Zaragoza - Mallorca
Los engranajes de Víctor Muñoz. Foto: Isaac Navarra, VAVEL
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Por Christian Blasco Varón

El Real Zaragoza venció ante el Mallorca en un partido en el que Víctor Muñoz decidió continuar con el once que consiguió la victoria ante el Llagostera el pasado fin de semana. De nuevo Cabrera fue el titular en el lateral izquierdo, mientras que pese a la recuperación de Vallejo Víctor Muñoz volvió a optar por Mario y Rubén como pareja de centrales. Junto a ellos, José Fernández sigue siendo fijo en el lateral derecho. Los cuatro completaron el mejor partido del Real Zaragoza en defensa a lo largo de esta temporada.

Planteamientos de inicio

Con un once titular que parece más consagrado, los jugadores tienen cada vez más claros sus movimientos con o sin balón. Así fue el planteamiento inicial de Muñoz:

Con Cabrera en el lateral izquierdo, Fernández puede permitirse subir una y otra vez la banda para dar apoyos a Álamo y a Galarreta. El lateral cordobés completó un gran partido en ataque y en defensa. El doble pivote compuesto por Galarreta y Dorca una vez más se posicionaba a diferente altura, dejando al jugador cedido por el Athletic más descolgado en ataque, para ofrecerse a Álamo. En la banda contraria no sucedía lo mismo ya que Eldin, a pierna cambiada, tuvo la tendencia de irse hacia dentro una y otra vez, por lo que el apoyo de Dorca tenía que venir desde atrás.

Precisamente ese movimiento de Eldin fue uno de los aspectos más destacados del encuentro. Una y otra vez, el bosnio lanzaba diagonales hacia dentro, con gran resultado para el equipo, ya que el Real Zaragoza conseguía descolocar al Mallorca. Ya que Cabrera no tiene la capacidad de subir la banda con la soltura de Fernández, Willian José era el que caía al espacio dejado por Eldin, arrastrando a un central del Mallorca.

Mientras, Borja Bastón ofrecía ayudas gracias a su juego de espaldas, descargando el juego del equipo de cara y ganándole la partida a los centrales del Mallorca. Sin embargo el equipo no jugó mucho con los dos delanteros, por lo que pasaron más desapercibidos que otros días en el ataque aragonés. El Real Zaragoza prefirió entrar por las bandas, especialmente a través de Eldin.

El Real Zaragoza en defensa: el trabajo de Willian José

Una vez el Real Zaragoza no tenía la pelota, el equipo se posicionó de forma diferente a como lo hizo en ataque. La clave de la presión y el dibujo del club maño en defensa estuvo en Willian José.

Cuando el Mallorca intentaba salir desde atrás o retrasaba el balón, Willian José y Borja Bastón apretaban con mucha intensidad lo más adelante posible, provocando el error de los jugadores del Mallorca una y otra vez:

Mientras, cuando el Mallorca conseguía superar esa primera línea de presión, el Real Zaragoza se veía obligado a recuperar posiciones, colocando un 4-4-1-1 o 4-2-3-1 dependiendo de la altura de los extremos. Willian José dejaba solo a Borja Bastón arriba, y se colocaba por detrás desgastándose en la presión.

El Mallorca dejaba todo el peso ofensivo a la creatividad de Marco Asensio, mientras Fofo y Pereira se abrían a las bandas y Scepovic estaba muy solo en el centro. La gran anticipación de Mario evitó que el delantero serbio pudiera tocar balones con asiduidad, mientras que Cabrera secó a Fofo. Eldin y Álamo realizaron un buen trabajo en defensa, vasculando a un lado y a otro.

Otro aspecto importante fue la ayuda que recibió el equipo por parte de Willian José cuando los de Víctor Muñoz perdían el balón delante. El delantero brasileño era el primero en recuperar su posición, metiéndose incluso entre Dorca y Galarreta para ayudarles a la hora de tapar el contraataque.

El Real Zaragoza en la salida de balón

Pasando ahora al aspecto ofensivo, el Real Zaragoza controló la posesión del balón, mientras el Mallorca eligió la vía rápida, el club maño intento tocar desde atrás. El equipo se vio beneficiado por el bloque bajo que planteó el Mallorca, presionando solo a partir de ¾ de campo y permitendo a los centrales salir con tranquilidad desde atrás.

Cuando el balón iba a laterales, tanto Eldin como Álamo venían rápidamente a recibir en la banda, apoyando a Cabrera y Fernández y ayudando a Galarreta y Dorca en la salida.

Mientras, para intentar sacar el balón por el centro, Galarreta y Dorca se posicionaban a diferente altura, entre la primera y la segunda línea de presión, buscando tener más líneas de pase.

Ya que Marco Asensio presionaba al lado de Scepovic, la zona entre los dos atacantes y los centrocampistas del Mallorca la aprovechaba Galarreta para situarse en ese espacio libre y guiar al equipo desde ahí.

Cabrera, o cómo de la necesidad se pasa a lo imprescindible

Desde que Cabrera ocupó el puesto de lateral izquierdo sustituyendo a Rico, lo cierto es que el equipo es otro. En defensa Cabrera supone una ayuda fundamental, no se prodiga en ataque, sino que apoya simplemente desde atrás, sin complicarse con el balón. Cuando el balón está en la otra banda, Cabrera se coloca prácticamente como un tercer central, mientras que cuando el balón lo tiene su extremo Mario se coloca detrás para ayudarle.

Mientras, en ataque Cabrera, como ya hemos comentado, no se prodiga en ataque, sino que espera retrasado para ayudar a Eldin. Los movimientos hacia dentro del bosnio se aprovecharían más si alguien ocupara ese pasillo lateral que produce el extremo zaragocista.

Por otro lado, la potencia de Cabrera en los saques de banda supone otro argumento ofensivo al Real Zaragoza, mucho más importante de lo que parece, ya que descoloca al rival, crea espacios libres y puede ser perfectamente aprovechado por jugadores que van bien por arriba y protegen bien el balón como Willian y Borja.

El problema de los centrocampistas y las tarjetas

Ante el Mallorca Ruiz de Galarreta sumó su cuarta amonestación en apenas 7 partidos de Liga. El aspecto de las tarjetas que reciben tanto él como Dorca preocupa y mucho a la afición zaragocista, que ve como dos piezas clave pueden perderse más partidos de los que deberían por sanciones.

No obstante, es inevitable que estas tarjetas se produzcan. Víctor Muñoz elige jugar con mucha amplitud y con los hombres de arriba muy adelantados, esto hace que el espacio entre los centrales y los delanteros y el espacio entre los extremos sea tan grande que tanto Galarreta como Dorca tengan que cubrir un espacio que se hace inmenso, viéndose superados (especialmente cuando Willian no llega a la ayuda) y obligados a cortar los contraataques del rival.

El Real Zaragoza con Jaime y el contraataque perfecto

Cambio el Real Zaragoza con la entrada de Jaime Romero por Álamo. Con el zurdo sobre el campo, el equipo maño tuvo sobre el césped a dos extremos jugando a banda cambiada. Jaime además, es un zurdo cerrado, por lo que cada vez que recibió el balón salía hacia su perfil bueno y, por tanto, hacia dentro.

La frescura con la que salió y su velocidad le permitieron lanzar diagonales contantes, mientras Eldin también iba para dentro desde el otro extremo. Sin embargo Jaime pecó de individualista en muchas ocasiones en las que el pase era mejor opción, provocando el enfado de compañeros como Borja Bastón.

Jaime acabó siendo determinante, cuando culminó un contraataque perfecto que se inició en los pies de Rubén, que tuvo mucha sangre fría para controlar el balón y levantar la cabeza, lanzando el esférico a Eldin. El bosnio tuvo la pausa suficiente y la precisión necesaria para ponerle un balón franco a Jaime, que más rápido y fresco que sus rivales, llegó antes que nadie al balón y desbordó a Cabrero para abrir el marcador a placer.