Empezó movidito el año para el Real Zaragoza B, que en enero disputó siete partidos entre liga y Copa Federación. El filial maño comenzó el 2014 sumando un punto en casa del Villanueva (1-1). Después, en liga, sumó los tres puntos ante el Borja (1-0), el Almudévar (1-2) y el Altorricón (2-0). En la fase nacional de la Copa RFEF, los zaragozanos se midieron al Espanyol B en octavos de final. En el partido de ida, disputado en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, los pericos, que estaban en una categoría superior a los maños, vencieron 2-1, pero unos días después, los zaragocistas cuajaron un gran partido y golearon a los catalanes (4-1) para colarse en cuartos.
Hubo movimiento en cuanto a la plantilla durante el mercado invernal. Dos de los futbolistas con los que no contaba Emilio Larraz salieron cedidos. Joel Valencia se marchó al filial del Málaga y Sergio Escuder fichó por el Borja. Al club llegaron el zaragozano Álvaro Parra y el portero Pedro Armañac.
En enero se marcharon Joel y Escuder, y llegaron Parra y Pedro
Durante el mes de febrero, el filial del Real Zaragoza no encajó ninguna derrota en la liga regular. Comenzó goleando al Atlético Escalerillas (4-1) y al Illueca (0-4), lugar donde debutó uno de los fichajes de invierno, Álvaro Parra. También sumó los tres puntos ante el Sabiñánigo (2-1), pero no pudo pasar del empate en casa del Atlético Calatayud (2-2) en el partido en el que debutó Pedro Armañac.
Pero también este mes tuvo una nota negativa. Febrero significó el final de la andadura en la Copa Federación. En cuartos de final, los aragoneses se enfrentaron al Guadalajara, equipo, como el anterior rival, de mayor categoría. Los maños perdieron en casa en el partido de ida (1-2) y empataron a dos en el partido de vuelta, en un buen partido de los blanquillos. Pero el Guadalajara pasó de ronda gracias a un gol de penalti, precedido de un fuera de banda que el colegiado no pitó, en los últimos instantes del segundo tiempo de la prórroga.
En el tercer mes del año podemos encontrar de todo en el Real Zaragoza B. Victorias, derrotas y debuts de jugadores con el primer equipo. Cuatro partidos disputó el filial durante el mes de marzo, donde logró dos victorias, ante Oliver (2-0) y Barbastro (2-0) y dos derrotas, ante el Andorra (0-1), que significó el primer tropiezo en casa de la temporada, y en casa del Tarazona (1-0). El conjunto aragonés enlazaba por primera vez durante la campaña dos derrotas consecutivas. Pequeño bache que sólo quedó en un susto.
Esnáider, Anton y Carlos Javier debutaron con el primer equipo en marzo. Tierno, en mayo
La nota positiva la pusieron tres futbolistas del filial que debutaron con el primer equipo. Esnáider lo hizo el 9 de marzo, y tan sólo una semana después anotó su primer gol con la primera plantilla del Real Zaragoza. Después, el día 23, fue Anton el que debutó con la elástica blanquilla, y siete después, Carlos Javier era el jugador que debutaba con el conjunto maño.
El mes de abril fue el mes en el que el Real Zaragoza B se proclamó campeón del grupo XVII de Tercera División. Los maños empataron en casa del Tamarite (1-1), goleó al Cuarte en la Ciudad Deportiva (3-0) y perdió en Brea (1-0), equipo que retrasó el alirón. El filial zaragocista ganó la liga en el día de San Jorge, el día de Aragón, el 23 de abril. El equipo dirigido por Emilio Larraz ganó 3-0 al Ejea y celebró la liga tras el pitido final.
El filial se proclamó campeón de liga el 23 de abril tras ganar 3-0 al Ejea
Con nada ya en juego, los blanquillos perdieron en Pinilla (2-1) y ganaron al Utebo (2-0).
Todavía quedaban dos partidos de liga en mayo antes de disputar el playoff de ascenso. El filial empató en casa del Atlético Monzón (0-0) y ganó en la última jornada el Ebro (1-0).
Antes de comenzar los playoffs de ascenso a Segunda B, el filial aragonés volvía a recoger los frutos de su trabajo. Álvaro Tierno debutó con el primer equipo el 17 de mayo y ya no volvió a bajar al filial.
El mes de mayo fue el mes mágico del 2014 para el Real Zaragoza B y sus aficionados. El mes en el que se decidía el ascenso. El mes al que se había llegado en lo más alto tras un gran esfuerzo y trabajo desde el mes de julio. Julio, allí comenzó un proyecto con unos objetivos que se cumplieron en este mágico mes de mayo.
El filial maño sólo tuvo que pasar una eliminatoria para ascender a la categoría de bronce del fútbol español, debido a que quedó primero en su grupo de Tercera. El sorteo les emparejó con el Trival Valderas, equipo de la localidad madrileña de Alcorcón. En el partido de ida, jugado en La Canaleja, madrileños y aragoneses empataron a uno, dejando la eliminatoria totalmente abierta, aunque con una ligera ventaja para los de Larraz.
El destino quiso que el objetivo del ascenso se produjera en el Estadio Municipal de La Romareda, ante una afición que llenó la tribuna del estadio para alentar a los jóvenes y llevarlos en volandas hasta el lugar donde debían estar.
El Real Zaragoza B ascendió en mayo tras ganar 3-1 al Trival Valderas en La Romareda
Los madrileños se adelantaron en el marcador, pero tan sólo fue un espejismo. Tan sólo dos minutos después del tanto de Propín, Adán Pérez empataba el choque y, a su vez, la eliminatoria. El mismo Adán hizo el segundo para los locales ya en la segunda mitad.
Los últimos minutos fueron de nerviosísimo para ambos conjuntos. Diego Suárez falló un penalti en los últimos minutos de partido, y aumentaba la tensión en la grada. Pero en el tiempo añadido aparecía el capitán de la escuadra aragonesa, Álvaro Meseguer, para marcar el tercer gol y llevar la locura y alegría a los aficionados zaragocistas y ascender al equipo a Segunda B.
Celebración sobre el césped de La Romareda y jugadores emocionados, como el propio Meseguer o Robert Simón, por el objetivo conseguido con mucho trabajo. El Real Zaragoza B volvía a la categoría perdida tan sólo un año atrás.
Verano de incertidumbre y numerosos cambios
Con el objetivo del ascenso conseguido, el filial zaragocista se marchó de vacaciones sin tener claro qué pasaría durante las siguientes semanas. Y es que la entidad aragonesa sufrió un vaivén de acontecimientos que apunto estuvieron de terminar el tragedia con la desaparición, pero finalmente la llegada de la Fundación 2032 salvó al club y todo pudo seguir, aunque con mucho esfuerzo, que todavía hoy sigue patente.
El verano no fue tranquilo. Multitud de llegadas, renovaciones y salidas terminaron por determinar una plantilla numerosa, que lucharía por seguir en Segunda B
Así, fue un verano de cambios. Anton Shvets fue el primero en abandonar el club para poner rumbo a tierras castellonenses, seguido por Robert Simón, que se marchó al Llagostera para pelear por mantenerlo en Segunda esta temporada. Armañac, Joel Valencia, Parra, Samba, Alejandro Roy y Esnáider, que rescindió su contrato para marcharse a la SD Huesca, fueron los futbolistas que completaron la lista de bajas para la campaña 2014/2015. Además, en el último día de mercado, Adán Pérez, pichichi del equipo durante la temporada en Tercera y que había subido al primer equipo, fue cedido al Racing de Santander.
Pero cuando el club comenzó a tener más estabilidad, empezaron a llegar también las primeras renovaciones de futbolistas que habían sido importantes. Meseguer, Bonilla, Pablo Moreno, Carlos Javier y Tierno ampliaron su vinculación con el cuadro aragonés, asegurando así la continuidad de jugadores que conocen a la perfección el filial y que luchan por hacerse un hueco en la primera plantila.
También llegaron fichajes que dieron un plus a una plantilla que en la categoría de bronce iba a necesitar algo de experiencia. Sergio Sanz para la portería, Marc Vales para el centro de la zaga, Rami para el centro, Kilian Grant y Nacho Lafita para las bandas, y Gabarre para la zona de ataque.
El Almudévar se proclamó campeón de la fase territorial de Aragón de la Copa Federación, tras vencer en la final (1-2) a los zaragocistas
A lo largo de la pretemporada, el filial zaragocista disputó un total siete encuentros: cinco amistosos y dos de Copa RFEF. En los partidos amistosos, los zaragozanos lograron dos victorias, ante Atlético Monzón (2-3) y Borja (5-1); dos derrotas, ante Ebro (1-2) y Huesca (2-3); y un empate, ante el Tudelano (1-1). Ya en partido oficial, los blanquillos vencieron al Ejea (0-2) en cuartos de final de la Copa Federación, y al Tarazona (3-1) en semifinales. Sin embargo, en la final de la fase territorial de Aragón, frente al Almudévar, los blanquillos cayeron derrotados (1-2) y el equipo oscense se proclamó campeón.
Comienza la carrera de fondo en la división de bronce
El Real Zaragoza B iba a comenzar en casa su andadura por el grupo 3 de Segunda División B, en el que ya militó en la temporada 2011/2012, cuando consiguió la permanencia en la promoción de descenso, tras imponerse al Conquense.
Pese a partir como locales, el primer rival en visitar la Ciudad Deportiva no iba a ser sencillo: el Alcoyano. Pese a ello, los pupilos de Emilio Larraz consiguieron la victoria (2-1) en un partido lleno de casta y con remontada. Pese a ello, como visitantes los zaragocistas no consigueron sumar ningún punto en su salida a Lleida.
Ya en septiembre, y pese a un comienzo esperanzador, con una nueva victoria (3-2) y una nueva remontada ante el Olot, el equipo blanquillo solo sumó tres puntos de 12 posibles. Reus (2-0), Cornellà (2-3) y Espanyol B (5-0) se impusieron en el marcador y empezaron a generar dudas en la capital del Ebro.
Dudas que desembocan en la destitución de Emilio Larraz
El filial zaragocista solo sumaba seis puntos y se situaba en el puesto de promoción de descenso. Las aguas andaban revueltas, y a 48 horas de disputarse la séptima jornada, Emilio Larraz fue destituido, lo que provocó que el equipo maño viajasa a Castellón sin entrenador. César Láinez, ex jugador del Real Zaragoza y el que era segundo entrenador hasta la fecha, se puso al frente de un banquillo, que días después pasaría a ocupar de forma permanente por su nombramiento como primer entrenador.
César Láinez sustituyó a Emilio Larraz como técnico del filial
Pese a esta situación, en lo meramente deportivo octubre de nuevo comenzó con esperanza, tras cosechar el primer triunfo (1-4) a domicilio de la temporada, ante el Villarreal B.
Sin embargo, a partir de ese momento las cosas comenzaron a tocerse todavía más. De nuevo se sumaron dos partidos consecutivos sin conseguir la victoria: 2-4 ante el Mallorca B y 3-0 ante el Eldense; pero lo peor no era eso, sino que el filial blanquillo tampoco era capaz de empatar ningún encuentro y se situaba como el equipo más goleado de toda la categoría. De este modo, el equipo realizó la primera incorporación con la llegada de Víctor Ibáñez para la meta.
Pequeño repunte en noviembre
Finalmente, el primer empate llegó en el partido que cerraba octubre, ante el Huracán Valencia (0-0). A partir de ahí, noviembre se convirtió en el "mes de la igualada" para los aragoneses, que empataron tres de sus cinco partidos disputados ese mes, contando por derrotas los dos restantes. Se cosechó un punto ante Elche Ilicitano (3-3), Gimnàstic de Tarragona (2-2) y L'Hospitalet (2-2).
El filial aragonés mejoró visiblemente su manera de llevar los partidos, sin renunciar a su estilo de juego, pese a que en algunas ocasiones éste no fuera demasiado brillante. Sin embargo, el fútbol no fue justo con los maños, que vieron como se les escaparon puntos importantes por errores puntuales.
Ya en diciembre, pese a situarse como colistas, los futbolistas blanquillos afrontaban los tres últimos partidos del año con ilusión por salir de la zona baja. Tanto es así, que en el primero de estos choques vencieron al Badalona (1-0), para sumar tres importantes puntos que les hicieron tomar algo de aire, pese a no dejar la zona de peligro. Este triunfo supo mejor todavía una semana después, cuando se empató (0-0) en el feudo del Atlético Baleares, rival directo en la lucha por la permanencia. Pero como la felicidad nunca es completa, y los zaragocista no pudieron cerrar el año de manera brillante, ya que el Hércules se llevó los tres puntos de la capital maña (1-0), eso sí, con demasiada fortuna tras un gol en propia puerta.
Además, se anunció el primer refuerzo de invierno, el del ex-canterano Raúl Goni, que tras quedarse libre el pasado mes de junio, en octubre comenzó a entrenar con el filial zaragocista, del que formará parte a partir del mes de enero.
Trabajo, sacrificio y fe necesita el Real Zaragoza B para pelear por seguir en Segunda B
De esta manera, y con la mejoría vista en las últimas semanas, la afición aragonesa espera que su filial sea capaz de empezar el 2015 con el pie derecho, para afrontar una segunda parte de la competición que será dura, pero tendrá muchas papeletas de acabar bien, si el equipo sigue mostrando su mejor versión. Trabajo, sacrificio y fe fueron las tres palabras que el filial aragonés se grabó a fuego en la consecución de la última permanencia en la temporada 2011-2012, y también en la lucha durante la pasada campaña para volver a ascender. Ahora, solo es necesario que éstas vuelvan a ser las tres claves de una carrera de fondo que no permite tropiezos.