El Real Zaragoza sigue con su buena racha en casa y se impuso por 4-0 al FC Barcelona B en La Romareda. El conjunto aragonés se enfrentaba al filial blaugrana al que todavía no había conseguido ganar y, en la ida, le había goleado en el Mini Estadi por 4-1. El equipo blanquillo salió concentrado desde el primer minuto y los goles se sucedieron para brindar una cómoda victoria ante su afición. Borja Bastón, en dos ocasiones, Pedro y Javi Álamo fueron los goleadores.
A pesar de la cómoda victoria, existieron una serie de jugadas que quizás podrían haber cambiado el rumbo del partido. Jesús Granel, ex árbitro aragonés con una dilatada experiencia en el mundo del fútbol, analiza toda la controversia del partido. El colegiado encargado de arbitrar el partido fue Jorge Valdés Aller del comité castellano-leonés.
Una de las primeras jugadas, muy protestadas por la grada, fue una jugada en la que Borja Bastón dispara tras un barullo en el área y parece que impacte en el brazo del defensor azulgrana. El colegiado no señaló nada:
Jesús Granel no tiene ninguna duda y considera que el colegiado acertó plenamente: "No existe penalti. El balón golpea sobre el brazo, pegado al cuerpo, y no existe ningún movimiento de intencionalidad". Avanzado el tiempo, llegaron los dos primeros goles del Real Zaragoza de las botas de Borja Bastón. Corría el minuto 34 cuando el árbitro señalaba un penalti en el área zaragocista y amonestaba a Bono con una cartulina amarilla. Los jugadores azulgranas protestaron mucho esta amonestación, ya que consideraban que era ocasión manifiesta de gol y, por tanto, se debía expulsar al portero zaragocista:
"Dongou, intentando que el portero local no llegue al balón, toca hacia su derecha perdiendo el control total sobre el mismo. No es ocasión manifiesta de gol", afirmaba Granel. El ex árbitro considera que el colegiado actuó correctamente señalando la pena máxima y mostrando tan solo la tarjeta amarilla.
Para Granel, el colegiado tuvo actitud y control durante el partido, aunque considera que pudo terminar el partido con alguna tarjeta amarilla menos. Considera que tanto él como sus asistentes hicieron una gran labor y les premia con un seis como nota del encuentro.