El Real Zaragoza ha ganado por 0-1 a Osasuna en El Sadar con un gol de Galarreta, sumando su cuarta victoria consecutiva. El conjunto de Popovic se adelantó en el marcador al filo del descanso tras una buena jugada de Pedro Sánchez y consiguió mantener la ventaja frente a un conjunto navarro que ha intentado establecer el empate durante toda la segunda mitad, aunque sin demasiado éxito.

El Zaragoza golpea primero

El mal estado del césped, sumado a la alta presión ejercida en el centro del campo, imposibilitaba que hubiera una cómoda circulación del esférico por parte de ninguno de los dos equipos, aunque desde el principio se pudo ver que Osasuna quería llevar la posesión del esférico, eso sí, sin demasiada profundidad, siendo los saques de esquina la única arma real de crear peligro a los hombres de Popovic. La tensión creció muy pronto, con dos entradas de Vallejo y Cabrera que, pese a no ser merecedoras de amarilla según el colegiado, sí encendieron los ánimos de la grada de El Sadar.

Poco a poco, la tendencia inicial del partido fue cambiando. Pedro, hasta el momento inadvertido, entraba en acción con una gran cabalgada por la banda  y sacaba un centro con el exterior para Borja Bastón, que remataba de segundas y Santamaría lograba salvar el primero de la tarde. En ese mismo córner, Cabrera ganaba en el salto a la defensa y cabeceaba fuera, muy cerca del palo de la portería. El conjunto rojillo intentó reaccionar con un intento de Nino que salió repelido por la defensa, pero lo cierto es que los de Urban no conseguían enlazar jugadas, siendo dominados por los visitantes. Otra carrera de Pedro volvió a poner en apuros a la defensa local, pero no conseguía llegar Galarreta al centro.

Al borde del descanso, Galarreta ponía el 0-1 en el marcador tras una gran jugada de Pedro Sánchez

Conforme pasaban los minutos, Osasuna dio un paso adelante y comenzó a generar un mayor peligro, especialmente con los jugadores de bandas, que buscaban incansablemente a un luchador Nino. Así llegaba la mejor ocasión de los navarros hasta el momento: Sisi sacaba un centro raso por banda derecha del ataque para Nino y el atacante, de primeras y solo dentro del área, remataba centrado a las manos de Bono. Pero cuando mejor estaban los locales, recibieron un jarro de agua fría al borde del descanso. Pedro Sánchez, el jugador que había generado el mayor peligro para el Real Zaragoza, aprovechaba un grave error de Loé para recuperar el esférico en tres cuartos del ataque aragonés, realizaba un gran amago para introducirse en el área y ponía el pase de la muerte para que Galarreta únicamente tuviera que empujarla al interior de las redes. Con tan apenas tiempo de reacción, el colegiado señalaba el descanso.

Osasuna lo intenta, pero no puede

Con el único cambio de la entrada de Cedrick por Kodro para buscar una mayor profundidad comenzaba la segunda parte. Desde el primero momento, Osasuna buscó constantemente su banda izquierda, buscando los centros de Roberto Torres, bien repelidos por Mario y Vallejo, y disparos lejanos que se iban por encima del larguero. Esta ofensiva navarra por intentar buscar el empate propiciaba que hubiera espacios a la espalda de la defensa rojilla, algo que casi aprovechó el Real Zaragoza para hacer el segundo. Eldin picaba el balón por encima de la defensa para que Borja Bastón pudiera recibir y, solo ante el portero, la elevaba aprovechando la salida del guardameta pero el balón impactaba en el travesaño.

A pesar de esta oportunidad, lo cierto es que el Real Zaragoza no era capaz de tener el suficiente control y pausa en el centro del campo. La posesión estaba siendo monopolizada por el conjunto navarro y, haciendo gala de su juego directo, encerraron al Real Zaragoza en su propio campo. Nino, de cabeza, tuvo la ocasión más clara para los suyos para establecer el empate tras un centro de Cedrick, pero inexplicablemente su testarazo se iba desviado. Ranko Popovic, para intentar dar más consistencia al centro del campo aragonés, daba entrada a Natxo Insa por un desaparecido Eldin.

El intento de remontada de Osasuna sufrió un gran contratiempo con la expulsión de Neukoman por doble amarilla después de golpear con la bota en la cabeza a Ruiz de Galarreta. A pesar de esta circunstancia, los jugadores de Osasuna no se rindieron y siguieron acechando la portería de Bono, e incluso reclamaron un penalti tras la caída de Vujadinovic dentro del área, pero el colegiado decidía no señalar nada. Cuando apenas quedaban segundos para llegar al minuto 90, Insa veía la segunda amarilla, teniendo que acabar el partido antes de tiempo. A pesar de igualarse las fuerzas, tan apenas quedaba tiempo para lograr el empate, llegando así a la conclusión del partido.

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