El Zaragoza naufraga contra rivales de la zona baja

Tres partidos sin sumar la victoria son demasiados para un equipo que aspira al estar arriba como el Real Zaragoza. Un hecho que se agrava por la situación en la tabla de los rivales, a priori inferiores y que han sabido como anular y superar al equipo de Popovic.

El Zaragoza naufraga contra rivales de la zona baja
Eldin se lamenta tras una ocasión frente al Llagostera. Foto: Andrea Royo, VAVEL.
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Por Christian Blasco Varón

Una oportunidad perdida. Así se siente la afición zaragocista cuando piensa en qué hubiera pasado si el Real Zaragoza hubiera rendido como se esperaba en los tres últimos partidos, ante rivales de la zona baja de la tabla. Era difícil contar todos los partidos por victorias, pero no se puede negar que los resultados, el juego y las sensaciones que ha dado el equipo han sido bastante negativas, más teniendo en cuenta de que se venía de una buena racha, en la que si se cumplió ante equipos situados por debajo de los blanquillos en la clasificación.

Este rendimiento es más grave si se tiene en cuenta la oportunidad que se ha perdido de recortar puntos respecto a los rivales de la parte alta, y de ampliar distancias con los inmediatos perseguidores. El Real Zaragoza ha ganado dos de los últimos nueve puntos, mientras que el Betis ha conseguido cinco, Sporting cuatro, Girona cuatro, Valladolid seis, Las Palmas cinco, Ponferradina tres y Leganés seis. Todos han conseguido ampliar o reducir distancias respecto al conjunto de Ranko Popovic, si bien es cierto que el Zaragoza había hecho lo propio en las jornadas anteriores.

Por otro lado, estos números no hacen otra cosa que confirmar la igualdad de esta Liga Adelante, así como la irregularidad de los equipos. Resulta complicado acumular muchas victorias consecutivas (lo que obliga a darle más valor a la racha de cuatro victorias consecutivas frente a Leganés, Recreativo, Barça B y Osasuna) pero es innegable que para disputar los Play Off el equipo debe mejorar el rendimiento ofrecido en estas tres últimas semanas.

Los rivales anulan al equipo

¿Cuáles son las razones de este bajón? Sin una de las principales es el planteamiento de los rivales cuando se enfrentan al equipo de Ranko Popovic. Era inevitable que los equipos empezaran a buscar nueva formas de anular al equipo, pero fue el Sabadell el primero que consiguió desarbolar al conjunto maño.

Con un bloque bajo y muy compacto, el equipo de Mandiá buscó cerrar líneas de pase hacia delante con el precio de sacrificar sus opciones en ataque, y sin presionar ni a los centrales ni al doble pivote zaragocista. Se empezaron a observar los problemas del Zaragoza ante un rival cerrado, sin poder desarbolar el bloque que había formado el Sabadell y ofreciendo concesiones atrás.

Este planteamiento lo mejoró el Alavés en el siguiente partido. Con la intención de mostrarse más ofensivo, el Alavés imitó al Sabadell, pero adelantó la presión para no dejar girarse a los pivotes blanquillos, consiguiendo robar más adelante pillando descolocado al Zaragoza. El bloque en fase defensiva, en esta ocasión, se mantuvo compacto pero más adelantado. El Llagostera, por su parte, recuperó el bloque bajo, pero apretó a los centrocampistas como había hecho el Alavés, dejando a sus delanteros más descolgados, lo que le permitía estirar el equipo a la hora de contratacar.

El planteamiento defensivo de los tres últimos rivales. Imágenes: LFP, Esports3 y La Sexta

Todo esto ha dejado en evidencia las deficiencias del ataque posicional del Real Zaragoza, que se vuelve previsible, lento en la circulación por momentos y donde se nota la falta de juego entre líneas y de movimientos que ayuden a romper ese entramado de jugadores que forma el rival.

Sin reacción por parte de Popovic

Sin embargo lo realmente preocupante no es que el rival haya conseguido contrarrestar las armas del Zaragoza, un hecho que obviamente iba a ocurrir tarde o temprano y que solo requería de un buen trabajo táctico a nivel posicional en fase defensivo. Lo realmente preocupante es la falta de reacción por parte de Ranko Popovic en el transcurso del partido.

La gestión de Ranko Popovic desde el banquillo no ha sido tan mala en el planteamiento, sino más a la hora de ofrecer variantes a lo largo del partido, de mostrar cambios que ayudaran a mejorar lo que se estaba viendo del equipo.

Lo que más llama la atención es su gestión de los cambios, quizás la característica que más críticas le está costando al entrenador serbio. No solo espera demasiado a la hora de hacer los cambios, sino que algunos son totalmente incomprensibles, como el de Jaime ante el Llagostera, cuando el extremo zurdo salió para disputar tres minutos habiendo salido de una lesión y ahora parece haber recaído. Las responsabilidades, en este caso, no pueden ser exigidas sin conocer el asunto. Los servicios médicos del club, Ranko Popovic o el propio jugador, solo ellos conocen quién es el culpable.

Por otro lado, la cantera no está siendo bien llevada. Aunque éste es un tema que incluye a todo el club y su política respecto a las categorías inferiores, no es normal que teniendo a cuatro canteranos en el banquillo y a un equipo con evidencias de cansancio sobre el césped, solo se realicen dos de los tres cambios posibles durante el encuentro.

Lesiones de jugadores clave

Tampoco se puede obviar que ha habido lesiones de jugadores que estaban siendo clave en ese momento. Jaime y Basha han sido las más destacadas. En el caso del segundo, el contexto que ofrecieron Sabadell o Llagostera no era el mejor para él, pero aun así se echó en falta su gran estado de forma y su capacidad en la recuperación, especialmente frente al Alavés.

Respecto a Jaime, el extremo resultaba una opción muy interesante para estos partidos. Su capacidad en el uno contra uno, su velocidad o las posibilidades que ofrece para desbordar por dentro y por fuera hubieran sido una buena opción para intentar romper la defensa contraria.

Sus sustitutos no han estado muy acertados cuando han jugado. A Galarreta se le vio voluntarioso pero sin resultado, Lolo aportó un rendimiento aceptable y desde la banda derecha Eldin ha estado prácticamente desaparecido. El jugador bosnio ha perdido también precisión en las entregas y en los regates, algo que también se ha observado en Pedro, aunque no por ello éste último ha dejado de intentarlo.

Notas positivas entre el caos

Entre el mal rendimiento del equipo, hay dos notas positivas. La primera de ellas es Borja Bastón, que mantiene su idilio con el gol y se ha colocado como pichichi de la categoría tras su doblete al Llagostera. Aunque es cierto que en ocasiones ha errado oportunidades claras, el rendimiento que está dando el delantero está siendo excelso esta temporada.

La otra nota positiva fue el debut que dejó Natxo Insa en su primera titularidad ante el Llagostera. No se adaptó a la posición de mediapunta pero se vio que puede aportar mucho al equipo, abarcando mucho terreno y ayudando tanto en la recuperación como en la salida de balón. No fue suficiente para llevarse los tres puntos, puntos que el Zaragoza necesita sumar cuanto antes si quiere mantenerse en la zona alta.