Popovic cumple una vuelta en el banquillo del Real Zaragoza

Ranko Popovic cumplió ante el Numancia en La Romareda una vuelta entera como técnico zaragocista. El serbio ha ofrecido luces y sombras a lo largo de los 21 partidos, pero mantiene al Real Zaragoza con las opciones intactas de lograr el soñado retorno a Primera División.

Popovic cumple una vuelta en el banquillo del Real Zaragoza
Foto: Andrea Royo - VAVEL
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Por Marcos Gimeno

El técnico serbio del Real Zaragoza, Ranko Popovic, cumplió una vuelta completa en el banquillo del club maño. Lo hizo tras el encuentro del pasado domingo ante el Numancia en La Romareda, partido que el Real Zaragoza venció por 1-0 (gol de Jaime Romero) y que le enfrentaba al único rival al que no se había enfrentado Popovic como técnico zaragocista. En total, 21 partidos de Liga en los que el Real Zaragoza ha cosechado 32 puntos, repartidos en ocho victorias, otros tantos empates y cinco derrotas.

El debut de Ranko Popovic como técnico blanquillo se produjo el 30 de noviembre de 2014, hace exactamente cinco meses, y el entrenador serbio sustituía a Victor Muñoz, que venía de ser el técnico zaragocista la pasada temporada. Con el entrenador maño, el Real Zaragoza había sumado 20 puntos en 14 jornadas de competición liguera. La directiva y parcela técnica del club apostaba por un técnico desconocido para la gran mayoría, con experiencia como entrenador en las ligas austriaca y japonesa.

Un técnico que cogió al equipo en la octava posición y que en las primeras jornadas convenció con su estilo ofensivo (o al menos más ofensivo del que planteaba Muñoz), vistoso y alegre. El zaragocismo parecía satisfecho con su nuevo entrenador, que supo transmitir ilusión a la plantilla a su llegada. Tras un inicio más que aceptable, el Real Zaragoza encadenó cuatro victorias consecutivas (ante Leganés, Recreativo de Huelva, Osasuna y Barcelona B) que volvían a disparar la ilusión de la parroquia blanquilla, que volvió a soñar con el regreso a la máxima categoría del fútbol español.

Sin embargo, esa sensación de euforia, aunque el zaragocismo mantiene su ilusión y opciones por el ascenso intactas, se vio de alguna manera disminuida con los últimos resultados. El conjunto de Ranko Popovic tan solo fue capaz de sacar nueve de los 30 siguientes puntos en juego, con una sola victoria, seis empates y tres derrotas. Afortunadamente, la racha negativa del Real Zaragoza parece aliviarse ligeramente con la victoria del domingo pasado ante el Numancia, pero el conjunto blanquillo está lejos de acercarse al que fue su mejor momento de forma.

Un Ranko Popovic al que, como no puede ser de otra manera, se le achaca responsabilidad de esa mala racha. Una de ellas es la incapacidad de apostar por un portero de los tres disponibles que tiene el Real Zaragoza (Bono, Alcolea y Whalley se han alternado durante toda la temporada). También la búsqueda de polivalencia en varios jugadores (muy discutida la elección de Vallejo como lateral derecho, donde su aportación disminuía con respecto a la de defensa central) ha sido una constante en las alineaciones de Popovic, en base intentando paliar la plantilla corta de 18 jugadores, pero especialmente para subsanar la plaga de lesiones que ha sufrido el conjunto zaragocista.

Precisamente con las lesiones ha tenido el entrenador serbio su mayor hándicap. Pocos son los momentos en los que el técnico zaragocista ha podido contar con toda la plantilla al completo. Eso, como comentábamos, ha derivado en que Popovic haya tenido que aplicar soluciones de urgencia o recurrir a jugadores del filiar, como en el caso de Sergio Gil, ante la falta de efectivos.

De cualquier manera, Ranko Popovic y el Real Zaragoza están a tiempo de convertir en mera anécdota los posibles errores que hayan podido cometer. Las opciones del conjunto maño para ascender a Primera División son un objetivo real y sobre todo, realista. No en vano el Real Zaragoza ocupa la sexta posición y tendrá este fin de semana una ocasión de lujo para aumentarlas ante la Ponferradina. Ranko Popovic, tras cumplir una vuelta completa como técnico zaragocista, se enfrenta a un tramo final en el que debe sacar la mejor versión de sí mismo y de sus jugadores para pelear por el ascenso.