Tras una pasada temporada en la que hasta tres porteros diferentes (Óscar Whalley, Pablo Alcolea y Bono) defendieron la portería del Real Zaragoza, el club aragonés pretende que esa situación no se vuelva a repetir con la incorporación de Manu Herrera (Madrid, 29 de septiembre de 1981).

Si hay una palabra que pudiera definir a Manu Herrera, esa sería la de veteranía. El guardameta cuenta con una dilatada experiencia en el futbol español, sumando más de 180 partidos entre Primera y Segunda División en equipos como el Eibar, Levante, Alcorcón o Elche, en el que tuvo la oportunidad de lograr el ascenso y debutar en la máxima categoría del fútbol español. Un seguro bajo los palos, el guardameta espera repetir la experiencia que tuvo en la entidad ilicitana con su nuevo club.

Inicios en el mundo del fútbol

Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, desde muy pequeño se vio que el madrileño tendría un futuro prometedor en el mundo futbolístico. Tras pasar por las diferentes categorías de la cantera madridista, en la temporada 2001/2002 dio el salto al Real Madrid Castilla, que militaba en Segunda División B.

En la temporada 2002/2003 decidió poner punto y final a su etapa de ocho años en el club blanco, con el propósito de seguir creciendo profesionalmente. Su destino estaba en un equipo aragonés, la UD Casetas, que jugaba en el grupo aragonés de Tercera División. En el club zaragozano, Herrera fue una pieza fundamental para que esa misma campaña el conjunto de Casetas ascendiera a Segunda División B, al ser el Zamora de la categoría. Esa buena labor sirvió para que el Palamós, de Segunda B, se fijara en él y se hiciera con sus servicios a la siguiente temporada. El arquero no tuvo suerte en el equipo catalán, ya que quedó último clasificado y descendió a Tercera.

Pero el futuro de Manu Herrera estaba lejos del conjunto de Gerona. En la temporada 2004/2005, el portero recalaba en la UD Levante para jugar en el filial, que competía en Segunda B. En esta ocasión, la fortuna le acompañó más que en el Palamós y en su primera temporada en el filial granota se convirtió en el portero menos goleado del Grupo III, al encajar tan solo 17 goles en los 35 partidos que disputó. Estaría dos temporadas más en el Levante B hasta que la SD Eibar le dio la oportunidad de debutar en Segunda División. El madrileño, que estaba cedido por una campaña en el club vasco, se estrenó en la categoría en la décima jornada de la temporada 2007/2008 con un empate frente al Salamanca (2-2). Más allá de eso, el cancerbero no tendría un papel relevante en el equipo, disputando únicamente cinco partidos.

Ascenso con el Levante y llegada al Alcorcón

A su vuelta al conjunto levantinista, el cancerbero no tendría mucha más participación en el equipo que el año anterior, al ser titular en cuatro encuentros. Su papel cambió en su segunda temporada en el primer equipo granota. A pesar de que comenzó la campaña como suplente, el madrileño fue capaz de darle la vuelta a la situación, siendo alineado en 20 partidos en los que encajó 23 goles y dejando en siete su portería a cero. Ese mismo año, el Levante ascendía a Primera División, pero Manu Herrera abandonaría el club valenciano en verano.

Durante su trayectoria, el guardameta ha logrado ser el Zamora de la categoría en tres ocasiones (Casetas, Levante B y Elche)

De ese modo, el arquero hacía las maletas para regresar a la capital de España, recalando en el Alcorcón, recién ascendido a la categoría de plata. En el club madrileño, Manu Herrera fue un fijo en las alineaciones durante las dos temporadas que defendió la elástica alfarera, acumulando un total de 80 partidos en los que recibió 87 tantos. Su mejor campaña con el club madrileño fue la segunda, en la que luchó hasta el último momento por subir a Primera, pero fue el Valladolid quien logró el ansiado ascenso en la final de los playoff. Éste sería el final de Manu Herrera, ya que en 2012 firmaba por el Elche.

El Elche, su último equipo

Con el objetivo del ascenso en la entidad ilicitana, el cancerbero se hizo con un puesto en el once inicial. Pieza fundamental en el equipo, el madrileño se convirtió en el Zamora de esa temporada en Segunda, al recibir únicamente 25 goles en los 39 encuentros que jugó, y manteniendo en 20 de ellos su portería a cero. Pero no solo fue una buena temporada a nivel personal, ya que en el plano colectivo el Elche ascendía a la élite del fútbol español. De ese modo, Manu Herrera lograba dos ascensos consecutivos y, esta vez sí, tendría la oportunidad de debutar en Primera División.

Manu Herrera logró dos ascensos consecutivos a Primera División con el Levante y el Elche

En su primera temporada en la máxima categoría futbolística en España, el madrileño siguió defendiendo la portería ilicitana con buena nota, ya que el equipo lograba el objetivo de la permanencia. Menos suerte tuvo en la segunda. El portero partió la campaña como suplente, pero las malas actuaciones de Tyton le dieron la oportunidad de volver a la titularidad, perdiéndola cuando una lesión en la nariz durante un entrenamiento le tuvo alejado de los terrenos de juego varios meses y una vez ya recuperado, no pudo recuperar la titularidad de la portería gracias a la buena labor de Tyton bajo los palos. En total, el portero disputó 37 partidos en Primera con el Elche, encajando 50 goles. De este modo, Manu Herrera ponía fin a su etapa en el Elche tres temporadas después, cuando el club franjiverde decidía no renovar el contrato del arquero.   

Papel importante en el Real Zaragoza

El veterano arquero, que se ha comprometido para defender la elástica blanquilla para las dos próximas temporadas, llega a la capital aragonesa sabedor del único objetivo válido para esta campaña: el ascenso. En ese aspecto, Manu Herrera ha tenido la oportunidad de vivir dos ascensos en primera persona, algo que espera repetir. La experiencia con la que cuenta el arquero en ese ámbito en particular y de la categoría en general puede ser muy importante de cara a esta temporada.

Para esta campaña, el guardameta tendrá que luchar con Bono para hacerse con la titularidad de la portería. Por ello, el madrileño tendrá que sacar sus mejores cualidades para ganarle el puesto al marroquí. La agilidad en el uno contra uno y las salidas son las mejores bazas con las que contará para ello.