Primera derrota del Real Zaragoza con Lluis Carreras en el banquillo aragones. En un mal partido por parte de los visitantes, el Oviedo ha sido muy superior y se ha llevado un justo triunfo. Toché fue el autor el único gol del partido al borde del descanso, lo que dotó a los ovetenses de tranquilidad y confianza para poder prácticar su fútbol en la segunda. Con este resultado, los blanquillos siguen alejándose de los puestos de cabeza y ya son cuatro partidos en los que no logran la victoria.
Toché desnivela la balanza
El Real Oviedo tan solo había perdido un partido en su estadio (en la quinta jornada), y desde el primer momento dejó claro que quería continuar con la dinámica positiva de resultados. Los de Sergio Egea saltaron al terreno de juego con las ideas claras y desde los primeros compases trataron de hacerse con el dominio del choque, ganando el centro del campo y ejerciendo una presión alta cuando el Real Zaragoza controlaba el esférico para dificultar su salida al ataque y recuperar lo antes posible. Aunque es verdad que el Oviedo trataba de buscar la portería, no lograba ser demasiado incisivo y solo los balones largos a Toché para buscar una segunda jugada lograban crear algo de peligro.
Poco a poco, el conjunto maño consiguió contrarrestar la presión ejercida por los jugadores locales y creciendo con lo visto en los primeros minutos. De hecho, el Real Zaragoza se hizo con la posesión en posición defensiva, aunque abusaba del balón en largo para desplazar el balón a zonas ofensivas. Esto facilitaba que el equipo ovetense pudiera recuperar y buscara salir a la contra buscando la velocidad de Koné, pero la zaga aragonesa estaba muy atenta.
Pero las ocasiones no llegaban por ninguno de los bandos. Los guardametas fueron meros espectadores en una primera parte en la que solo había habido un disparo lejano entre los tres palos y no puso en aprietos a Bono. Hombres importantes zaragocistas como Pedro Sánchez o Hineztroza no participaban en el juego maño, algo que se notó. Todo hacía indicar que el partido llegaría al descanso con empate a cero, pero apareció Toché para desequilibrar la balanza a falta de cinco minutos. Una jugada iniciada por Susaeta terminaba con el delantero enviando a las redes un centro raso de Koné tras anticiparse a Vallejo. Este gol llevó la locura al Carlos Tartiere en un primer tiempo poco vistoso y bronco, donde las ocasiones habían escaseado y solo una genialidad local logró mover la balanza para llegar al descanso con el 1-0.
La reacción no llega
Lluis Carreras movió el banquillo en la reanudación y dio entrada a Jorge Díaz por un Pedro Sánchez que tan apenas entró en juego, pero esta sustitución no supuso un gran cambio en el equipo maño. El tanto de Toché al filo del descanso otorgó al Oviedo una gran confianza para poder desarrollar en la segunda parte un fútbol más vistoso y combinativo. Los de Sergio Egea se hicieron con el dominio casi absoluto de la posesión y solo la mala puntería y algo de precipitación en los metros finales evitó que la ventaja se ampliara.
El Real Zaragoza estaba desaparecido, ausente, a merced de un Oviedo que no dejaba a los visitantes prácticamente llegar a su área y cuando esto ocurría, los defensores tiraban bien la línea del fuera de juego para dejar a Alfredo Ortuño en posición antirreglamentaria. El dominio local se fue evaporando con el transcurso de los minutos y los de Carreras tomaron el control de la posesión, permitiendo así que los de Egea pudieran matar el partido en alguna contra.
El técnico maño agotó todas sus opciones para lograr el empate con Jorge Ortí en los minutos finales, pero estuvo más cerca de llegar el 2-0 que el 1-1. De este modo, el Real Zaragoza continúa sin saber ganar en 2016 y ya lleva cuatro partidos sin hacerlo. Por su parte, el Oviedo ha dejado claro que será un rival a tener en cuenta y ya saca siete puntos al conjunto zaragocista, una cifra a tener en cuenta. Dependiendo de lo que haga el Córdoba, incluso podría acabar la jornada en puestos de ascenso directo.