Todoterreno Ros

Ya son muchos los aficionados que han rogado poder comprobar el cuentakilómetros del centrocampista blanquillo al finalizar un encuentro. Defensa, ataque, trabajo, intensidad y ahora también gol. No hablamos de un coche 4x4, hablamos de Javi Ros.

Todoterreno Ros
Javi Ros. Foto: Andrea Royo (VAVEL)
jesuslacero
Por Jesús López

Tuvo que coger el avión en el aeropuerto de Mallorca para volver a sentirse un futbolista querido. Aterrizó en la capital del Ebro envuelto para regalo y con un lacito que fue fácil de quitar. Adaptación exprés para convertirse en uno de los jugadores indiscutibles en el Real Zaragoza. Cuando llegó en el mercado invernal, el centrocampista declaró a la prensa que creía no haber explotado todavía como futbolista, sorpresa la nuestra cuando se le ve correr sobre el césped. 

15 partidos había jugado en Mallorca portando el brazalete de capitán en el primer tramo de temporada. Sin embargo, dichosos ojos blanquillos se fijaron en sus trazas y le ofrecieron una camiseta con un león en el pecho y el dorsal 10 en la espalda. Javi Ros ha dado al Zaragoza lo que necesitaba el equipo y el Zaragoza le está dando lo que necesitaba el navarro. Cuestión de favores y ayuda mutua para beneficiar a una brigada en alza.

El gol, mera recompensa al esfuerzo

Con un poco de fortuna, Javi Ros anotó su primer gol con la elástica blanquilla el pasado domingo frente al Alcorcón. Remató a bocajarro un rechace venido tras un paradón de Dmitrovic en primera instancia y de cabeza envió el balón a la red. Ros empató el partido y a partir de ahí todo fue como la seda. En el Mallorca había marcado dos tantos ante el Oviedo y Mirandés respectivamente. Faceta desconocida hasta el momento en Zaragoza, pero quizá, la menos importante.

Entró en el trivote de la medular de Carreras nada más llegar y todavía no ha salido. Este fin de semana asombró con la capacidad de presión e intimidación a las líneas de salida de balón del rival. Javi Ros jugó por delante de Erik Morán y Dorca, que le liberaron de trabajo defensivo para poder hacer de las suyas en zona de tres cuartos. Esa seguridad permitió al navarro disfrutar de mayor movilidad y abarcar más espacio, apoyándose continuamente a las bandas, retrasando el balón para mantener la posesión y asociándose con Dongou para originar ocasiones

El 55% de posesión fue para el conjunto aragonés. La presión ejercida por los locales dio sus frutos. En este sentido destacó la presencia de Javi Ros, que apoyó la contención cuando el Alcorcón tocaba en defensa, salió como un tiro para robar el balón cuando veía oportunidad y así apoyar a Dongou en esa faceta. El trabajo realizado por el centrocampista no fue muy vistoso, ya que fue Erik Morán en el que se encargó de distribuir el juego. No obstante, fue fundamental en los últimos metros y ya es uno de los preferidos de La Romareda.