Ruben Mesa puso la bota, Huelva el gol

El Recreativo de Huelva venció al Granada B en el que será uno de los partidos históricos en la longeva historia del club más vetusto del país al llenar el graderío del Nuevo Colombino en la categoría de bronce.

Ruben Mesa puso la bota, Huelva el gol
Los jugadores del Recreativo celebran el tanto de Rubén Mesa junto con la afición | Foto: Antonio Manuel Rodríguez
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Por Alejandro Ramos

Tu leyenda será siempre la primera. Esta frase fue una de las muchas que pronunció el estadio onubense en la tarde oscura que se presentaba en aquel enclave junto a la ría de Huelva. El comunicado del club anunciando la posibilidad de que este fuera el último partido de los 126 años del Recreativo hizo que Huelva se levantara para comenzar el partido desde el propio miércoles y jueves agotando las entradas, algo que no sucedía desde los tiempos más gloriosos del Recre en la máxima categoría del fútbol español.

Las 20.000 personas que se dieron cita en el estadio recreativista pudieron presenciar un partido que pretende marcar un antes y un después en la actual época del Recreativo. Huelva entera quiso estar presente para poder hacer un llamamiento más a los actuales gestores del club que deben dejar paso a los que de verdad apuestan por el Recre.

Once contra once

Huelva había hablado y los aficionados jugaron su papel, a las 16.30 comenzó a rodar el balón para darle el protagonismo a los 22 jugadores vestidos de corto. Y comenzó el partido con dos errores defensivos del Granada B en el primer minuto de partido donde ni Núñez ni Miguelito pudieron materializar dos ocasiones que podrían haber sido las más claras del conjunto onubense, cuyo punto débil es la ausencia de gol.

El tirón de los jugadores recreativistas ante tal cita y el apoyo incesante de la afición hizo que el filial granadino no tuviera opción de tener la posesión de balón en los primeros veinte minutos de encuentro donde los jugadores de Alejandro Ceballos no retrasaban su posición más allá del centro del campo.

Sin embargo, en el minuto 28 sucedió una jugada que rebajaría un poco la actitud del Recreativo. Su delantero italobrasileño Arthuro tuvo que ser retirado en camilla tras una grave luxación del hombro que lo tendrán apartado de los terrenos de juego en torno a las 3 o 4 semanas. Los gestos de dolor del ariete recreativista dejaron una mala sensación al perder a uno de los hombres más importantes del plantel en el aspecto ofensivo. 

El yin y el yang recreativista

La pérdida del delantero Arthuro dio entrada a Rubén Mesa, que llegaba a la cita con un sólo tanto en su casillero. Nadie se podía imaginar que iba a ser su día. A raíz del cambio el Recreativo bajó un poco los brazos y el partido comenzó a equilibrarse llegando el Granada B al área de Rubén Gálvez con dos fuera de juegos que bien podría haber dejado tanto a Clifford como a Cuero frente al guardameta de Aracena que no tuvo mucho trabajo.

El Recreativo por su parte creaba peligro en este último cuarto de hora de la primera mitad con jugadas a balón parado como faltas laterales o saques de esquina cuyos remates se marchaban largo o conseguían remates que se iban lejos de la meta defendida por Dimitrievski.

Con pocas jugadas más se llegó al descanso donde la afición mostraba una cara de ilusión, no solo frente a la victoria de su equipo, sino frente a la victoria al futuro y a su viabilidad donde el optimismo comenzaba a imperar en el rostro de los recreativistas que pudieron observar el escudo tradicional del club reflejado en el luminoso y el himno del centenario que sonaba al principio del mismo.

Nubes negras

Suele pasar, por desgracia para los más cofrades, que en vísperas de la Semana Santa el tiempo primaveral comience a hacer mella y Huelva lo ha sufrido hoy donde al comienzo de la segunda mitad empezaron a abrirse paraguas ante la incesante tromba de agua que caía sobre el coliseo albiazul. En el tapete verde del Nuevo Colombino también se presenciaban esas nubes negras para el conjunto onubense que era el que sufrió las posesiones largas del conjunto dirigido por José Miguel Campos.

Con Sergi Guardiola por una banda, Clifford por otra y Cuero como referencia en ataque, el equipo granadino llegaba al área de Rubén Gálvez con mucha más facilidad que en los primeros 45 minutos aunque las ocasiones no llegaron a generar ninguna ocasión de peligro más allá de un despiste entre José Álonso y Carlos Delgado donde Wilson Cuero intentó aprovechar la falta de comunicación de los centrales para sacar provecho aunque la jugada quedó invalidada por fuera de juego.

La entrada de Boateng por Cuero intentaba darle refresco a la parcela ofensiva del Granada B que era amo y señor del partido en el ecuador de la segunda parte, hecho que obligó a Ceballos a mover el banquillo sacando a Waldo en detrimento de Ale Zambrano que se veía algo solo justo detrás de Rubén Mesa, que recibía los balones en largo y se encontraba en una pelea continua con los defensas granadinos.

Haciendo historia

El fútbol le debía una al Recreativo de Huelva que escasas jornadas antes sufría un revés al ser empatado en el Nuevo Colombino en la última jugada del partido frente al Real Jaén. Pero todavía quedaban algunos minutos de sufrimiento donde el Granada B decidió aprovechar sus oportunidades con jugadas largas de posesión mientras que el Recreativo prefería realizar jugadas en largo. Hubo también momentos para la polémica donde los jugadores del Granada B pidieron penalti sobre el derribo de uno de sus atacantes aunque el colegiado Montes García-Navas no coincidiera con el criterio de los futbolistas granadinos que iban a sufrir el dolor en los minutos finales.

Entonces llegó el minuto 90. Un minuto que puede marcar la gloria o el hundimiento de un equipo. Waldo le había dado esa profundidad y frescura que exigía y necesitaba el Decano para poder tener alguna opción de peligro antes del pitido final. Y así fue. El extremo onubense alcanzó el lateral del área rival para cedérsela de tacón a Miguelito y este poner a ras de césped el esférico al punto de penalti donde se encontraba Rubén Mesa. El jugador pacense se dio la media vuelta y aunque fue su bota la que golpeó el balón, las 21.000 almas que se encontraban en el estadio hizo que el videomarcador se moviera y las lágrimas se inundaran en el rostro de los recreativistas.

Por desgracia y como nota negativa del encuentro, en los 4 minutos de alargue hubo un rifirrafe entre Mario Marín y Uche donde ambos acabaron en la caseta expulsados al haber comenzado una tangana donde los propios entrenadores se vieron obligados a saltar al césped para poner orden y tranquilidad entre los jugadores en estos últimos minutos de partido.

Tras el pitido final el Recreativo decidió dar una vuelta por las gradas para agradecer a los recreativistas su presencia en un partido histórico que estaba llamado a ser el último del club más viejo de nuestro país, aunque con gestas como las de hoy, Huelva ha demostrado que el Recre es más que un club.

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Sobre el autor
Alejandro Ramos
Periodista onubense con amplia experiencia en medios de comunicación. Graduado en Periodismo, trabajé en Canal Sur TV, Huelva24.com e Hispanidad Radio además de SoloHuelva Radio.