Al Sevilla en la jornada dos de la competición de La Liga le toca viajar a Villarreal, plaza difícil pero que además hay que sumar el lastre que trae este conjunto sevillista cuando le toca viajar ya que lleva 19 partidos sin conocer la victoria fuera de casa en la competición liguera. La temporada pasada únicamente consiguió 9 empates y 10 derrotas con un balance de 13 goles a favor y 29 en contra lo que hace que la racha sea de 19 partidos ya que en la temporada 2014-2015 en la última jornada consiguió ganar en La Rosaleda por 2-3.
En el resto de competiciones el balance fue agridulce ya que en la Copa del Rey consiguió ganar en el campo del Logroñés, Betis y Mirandés consiguiendo un empate ante el Celta de Vigo, en semifinales, que le valió para pasar a la Final donde fue derrotado por el Barcelona. En competiciones europeas no consiguió ganar en la Champions League ninguno de los 3 partidos disputados ante Juventus, Manchester City y Borussia Mönchengladbach, mientras que en la Europa League perdió contra el Molde, empató contra el Basilea y el Shaktar consiguiendo ganar únicamente al Athletic de Bilbao.
Esta mala racha a domicilio fue la causante del séptimo puesto conseguido por los hombres de Unai Emery en una trayectoria irregular que le alejó de luchar por la cuarta plaza que da acceso a los puestos de Champions League, objetivo finalmente conseguido gracias a la consecución de la Europa League. Esta racha deslució el trabajo de Unai Emery y la plantilla ya que pecó de falta de ambición cuando salía del paraguas de su afición. Como contraposición, cabe destacar que en casa fue el cuarto mejor equipo de la competición, y fue lo que le permitió estar en los puestos de cabeza ya que tradicionalmente los equipos que no consiguieron ganar a domicilio en toda una liga acabaron descendiendo a Segunda División. Uno de ellos fue el propio Sevilla, en la temporada 1999-2000 donde finalizó en una deprimente última plaza.