Un caballero disfrazado de futbolista; el regreso de Roberto Trashorras

Sólo estuvo dos temporadas en la isla, pero Roberto Trashorras es uno de esos futbolistas queridos y amados por varias generaciones de aficionados de la UD Las Palmas. El gallego siempre se comportó como un caballero, dentro y fuera del terreno de juego, y ese tipo de cosas hacen que un buen futbolista se convierta en ídolo. No es la primera vez que Roberto regresa a Las Palmas, pero en Primera División todo es diferente, se magnifica, algo que transforma su vuelta en un motivo de alegría supremo para la afición que tantas veces coreó su nombre. Bienvenido de nuevo, Trashorras

Un caballero disfrazado de futbolista; el regreso de Roberto Trashorras
Foto: Dani Mullor
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Por Cristian Gil

Aunque sólo estuvo dos temporadas en la isla, la figura de Roberto Trashorras guarda un gran recuerdo en el seno de la afición de la UD Las Palmas. El centrocampista lucense fue pieza importante de una parte de la historia del conjunto amarillo, un momento donde la entidad de Pío XII buscaba consolidarse en la categoría de plata tras haber sentido en sus propias carnes el infierno que supone la Segunda División B española. En ese sentido, Roberto siempre fue un ejemplo de sacrificio y de buen fútbol para una UD que no era la que vemos a día de hoy, ya que aquel proyecto andaba todavía en pañales.

La llegada de Trashorras dotó a aquel equipo de hombre capacitado para llevar el mando del centro del campo, un jugador determinante que asumía a la perfección el peso del juego amarillo. El canterano del Barça era ese hombre de último pase, ese centrocampista con llegada que surtía de balones a los hombres de gol que le acompañaban sobre el verde, siendo Marcos Márquez uno de los más beneficiados. Márquez y Trashorras cuajaron una conexión especial mientras jugaron juntos en la UDMárquez y Trashorras cuajaron una conexión especial mientras jugaron juntos en la UD, se conocían a la perfección y lo ejemplificaban en cada partido.

Ambos regalaron bastantes tardes de gloria al aficionado amarillo, hicieron subir de forma considerable el nivel del equipo, convirtiéndose en un dúo esencial para alcanzar los objetivos en aquellos tiempos de incertidumbre.

Una marcha esperada

Roberto se ganó el respeto y cariño de la afición porque es un jugador que respira fútbol, algo que demuestra cada vez que pisa un terreno de juego. Esas maneras de caballero, de futbolista de otra época, le llevaron a salir por la puerta grande del Estadio de Gran Canaria. Su calidad y talento no pasarían desapercibidos, por lo que las ofertas no tardarían en llegar. El Celta de Vigo reclamaría sus servicios, era la oportunidad de volver a Galicia, era vivir muy cerca de su casa, era una oportunidad irrechazable y apetecible.

Sin embargo, el gallego se mostró en todo momento sincero y respetuoso a la hora de anunciar su marcha, alegando que los mejores años de su carrera deportiva los había vivido vistiendo “la camiseta de la UD Las Palmas”. Todo lo conseguido, toda la piel dejada en el campo merecía la pena, porque siempre que volvió la afición supo reconocerle el esfuerzo y dedicación que este jugador especial realizó como amarillo.

Consolidación y regreso de primera

Desde que saliera de la UD, Trashorras ha conseguido consolidarse como un jugador de Primera División de la mano del Rayo Vallecano. Tras tres campañas en Vigo, el centrocampista encontró un hueco perfecto en el conjunto de Vallecas, una escuadra donde ha sido partícipe del juego valiente que practican los madrileños. Trashorras ha sido siempre un referente para Paco Jémez De hecho, Trashorras ha sido siempre un referente para un Paco Jémez que no entiende el juego rayista sin la presencia del lucense. Desde el primer momento, entrenador y jugador han mantenido una química que ha dado sus frutos y que ha conseguido llevar al Rayo a ser uno de los equipos más reconocibles de la Liga. Para bien o para mal, el Rayo va a morir siendo fiel a un estilo.

Más de tres años después, Roberto Trashorras volverá a Gran Canaria para volver a pisar un césped en la que tanto fútbol repartió y en el que tan bien se sintió. Evidentemente, nadie duda de que la afición amarilla volverá a reconocer sus años como jugador de Las Palmas con una ovación bastante atronadora, con ese orgullo de tener a en casa a un hijo pródigo que necesitó poco tiempo para dejar su impronta.

Roberto Trashorras es un caballero, como futbolista y como persona, un ejemplo de comportamiento para los más jóvenes, un señor como la copa de un pino que ha sabido ganarse el respeto allá donde ha ido. Al ex amarillo le espera el próximo domingo un regreso merecido, un regreso de Primera División.