Vicente, un todoterreno en el barro

El centrocampista amarillo se ha convertido en una pieza clave para conformar el puzzle que ahora mismo supone la plantilla para Quique Setién. Poco a poco, el rompecabezas se va asentando y encajando, trayendo consigo la mejoría comprobada en Mestalla.

Vicente, un todoterreno en el barro
Fotografía: Jonathan Alonso // VAVEL
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Por Christian Cárdenes Hernández

Agosto, 2015. Vicente Gómez, un jugador abocado a la desesperación tras terminar la temporada del anhelado ascenso, había tomado una decisión. Y es que el futbolista grancanario no veía otra salida que abandonar el club, frustrado ante las pocas oportunidades que le había otorgado Paco Herrera. En el trascurso de ese verano, mientras Las Palmas sufría la paulatina reestructuración necesaria para ser un equipo competitivo en Primera División, Vicente pasaba los días al lado del teléfono esperando una solución que le contentase.

Llegó, por fin, el día. Miguel Ángel Ramírez, presidente de la entidad, comunica al futbolista que el momento de zanjar el tema había llegado. Así pues, tras cinco minutos de conversación, la idea de no moverse de la isla calaba en Gómez. Él podía ser un elemento básico en la plantilla del retorno a Primera, y el argumento de poder formar parte de ella debido al relevo generacional le convenció.

El inicio del presente periplo liguero no fue fácil. Su papel para Herrera era difuso, y no terminaba de agradar la situación a ninguna de las partes. Vicente no iba a conformarse con ser suplente, y menos tras el quebradero de cabeza que había tenido presente hacía escasamente unas semanas. Al llegar Quique Setién, tras el 4-0 encajado en el Coliseum Alfonso Pérez, Vicente salta al campo como titular ante el Villarreal. No deja a nadie indiferente, ya que pese a su inactividad en las semanas anteriores, da muestras de una actitud positiva y con la que presentaba sus credenciales al nuevo técnico.

El inicio de temporada no ha sido sencillo para el jugador, pero ahora parece incluso haber tomado la manija de la medular 

Así, a pesar de que su historia parece una narración de sucesos que bien podría haber sido escrita por el mejor de los guionistas, el jugador amarillo se ha convertido en las últimas cuatro jornadas en la pieza indiscutible de la que, por nada del mundo, se desharía el líder del nuevo proyecto, y que está destinado a mantener la nave a flote.

Vicente Gómez se ha ganado la confianza del cuerpo técnico, y ahora mismo representa la esencial a la par que “escondida” función de centrocampista defensivo en el esquema táctico. Aunque él mismo ha apuntado que prefiere jugar algo más adelantado, zona en la que también ha demostrado saber cumplir, es innegable que la tarea que tiene encomendada ahora la está, a ojos de Setién, cumpliendo de un modo muy correcto. Un indicador de ello es el 91% de pases buenos que lleva esta temporada, estadística que completa con una asistencia y tan solo dos amarillas en 377 minutos.

En el ciclo 2014-2015 participó en 34 partidos (si bien solo completó dos, pero marcando siete goles), una cifra similar a la de otras 34 apariciones con Lobera, en la 2013-2014. Esta es, asimismo, la quinta temporada del "todocampista" en el club, tiempo en el que ha demostrado llevar a fuego los colores amarillos.

El canterano, con el dorsal número 4 a la espalda, pretende ahora aprovechar los cinco años que restan de su contrato, después de haberlo prolongado este último verano. Durante lo que resta de temporada se postula como uno de los jugadores más importantes, en detrimento de otros como Culio, que está viéndose relegado al banquillo estas últimas jornadas. De esta forma, el “culebrón” que se vivió hace unos meses en Gran Canaria ha llegado a su final (feliz), y parece que Vicente Gómez comerá perdices durante un largo tiempo.