La contracrónica: sin chistera y sin varita, la magia se limita

La derrota sufrida por la UD Las Palmas en el Benito Villamarín, independientemente de lo que supuso la expulsión de Aythami Artiles en el devenir del encuentro, estuvo marcada por la ausencia de dos de los buques insignia del conjunto isleño en la actual temporada: Jonathan Viera y Roque Mesa., los portadores de la magia del equipo insular junto con la que ostenta el talentoso mediapunta Tana. La no presencia de los dos centrocampistas, lógica, eso sí, por la necesidad de rotar ante la cantidad de partidos que ha tenido que afrontar la UD en los últimos días, determinó bastante el hecho de que el juego amarillo no fuera tan fluido y tan eficaz como acostumbra.

La contracrónica: sin chistera y sin varita, la magia se limita
Fotografía: Laura Santana-VAVEL
miguel-garcia
Por Miguel García

La reputada periodista y escritora mexicana Ángeles Mastretta llegó a afirmar en su día lo siguiente: "Tengo la paz, ya no quiero la magia". Si se extrapolara esta aseveración con el duelo celebrado el pasado 19 de abril entre el Real Betis y la UD Las Palmas, se podría decir perfectamente que los insulares no disfrutaron de paz y apenas de magia. Hace escasos días se hacía pública la lista de convocados realizada por Quique Setién y su dirección técnica con la que la plantilla canaria afrontaría el enfrentamiento ante los verdiblancos, destacando de la misma la no presencia de dos de los futbolistas más importantes e inamovibles en la disciplina de Pío XII en la temporada del regreso a la élite (ya lo eran desde la campaña pasada): Jonathan Viera y Roque Mesa

Viera, jugador de la UD con más minutos disputados en la temporada 15/16 hasta el momento. Roque, el tercero

El apretado calendario que se le ha presentado a la Unión Deportiva en menos de una semana (el encuentro ante el Sporting el sábado 16 de abril y el que les midió ante los de Juan Merino en la jornada 34), y que aún tiene que afrontar (el correspondiente partido ante el RCD Espanyol el próximo viernes 22 de abril), la no necesidad de tener disponibles a ambos por la tranquilidad en la que se encuentran los 'pío-pío' al estar virtualmente salvados, y la gran cantidad de minutos que acumulan en sus piernas los dos jugadores en cuestión (Viera suma un total de 2760 minutos repartidos en 32 partidos, mientras que el teldense Roque contabiliza 2588 minutos repartidos en 31 encuentros, sin tenerse en cuenta los de Copa del Rey), fueron los principales motivos por los que el técnico cántabro decidió no contar con ambos centrocampistas en la visita a la ciudad hispalense.

Sin embargo, a pesar de todas esas razones recién comentadas, la ausencia de los dos se hizo notar en el Benito Villamarín. Por un lado, Roque Mesa, la clara representación del denominado 'box to box': un jugador capaz de recorrer grandes distancias en un mismo partido, tanto en tareas defensivas como en tareas ofensivas, además de saber desenvolverse con soltura en ambas facetas y de ser parte esencial en la iniciación del juego amarillo con una seguridad y una precisión en el pase elogiables.

Cierto es que la expulsión de Aythami minutos antes del final de la primera mitad condicionó el desarrollo de la segunda parte

Por otro lado, Jonathan Viera, fútbol canario en estado puro, capaz de cambiarte el solo, sin necesidad de ser ayudado por nadie, el transcurso de un partido: desparpajo, desborde, control de balón exquisito, visión de juego increíble (máximo asistente del equipo con 6 pases de gol) y no exento de olfato de gol (es el segundo máximo goleador amarillo con un total de siete tantos). Sin ellos, la UD careció de dos miembros clave a la hora de retener el esférico en cualquier fase y en cualquier situación a lo largo de los 90 minutos, más aún en un duelo como el del martes en el que se sufrió la expulsión de Ayhtami Artiles a los 41 minutos del primer tiempo.

Con un Vicente Gómez totalmente recuperado de la lesión que le dejó apartado de los terrenos de juego durante más de dos meses, aunque lejos, eso sí, de su mejor versión, y un Montoro quizás algo falto de ritmo y ausente en las últimas semanas debido a la gran competenecia y nivel que existe en la disciplina de Pío XII, y un Tana que sin la asociación y la conexión con Roque y Viera no exprime al máximo todas sus cualidades, los isleños andaron faltos de picardía y de magia. Un partido ante el Betis, en el que ambas escuadras salieron a ganar desde el comienzo en busca de certificar de forma matemática su permanencia en la máxima categoría y, por tanto, en el que los espacios fueron abundantes, ambas aportaciones eran fundamentales: un pase filtrado al hueco o un regate (útil y eficaz) por parte de Viera, un pase en largo, un cambio de orientación, una ayuda en la recuperación del balón o una intercepción por parte de Roque...

Por lo pronto, la UD Las Palmas (duodecima con 40 puntos y a falta de cuatro jornadas, teniéndose en cuenta que Valencia y Dépor aún no han jugado) tendrá que esperar al encuentro ante el Espanyol para poder optar a dictar su salvación definitiva en Primera División, a expensas de lo que Granada, Sporting, Levante y Getafe hagan en estas dos siguientes jornadas. No obstante, si una moraleja cierta, sin necesidad de esperar ni sopesar para poder llegar a ella, se puede sacar del partido en Sevilla es la siguiente: "Sin chistera y sin varita, la magia se limita". Los magos de la Unión Deportiva, Roque y Viera, Viera y Roque, la chistera y la varita, no estuvieron presentes en el Villamarín. 

 

 

 

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Sobre el autor
Miguel García
Redactor en la sección de Las Palmas y Periodismo en la ULL. Natural de Gran Canaria pero residente en Tenerife durante el curso. El fútbol y la UD Las Palmas como pasiones.