Las Palmas y Málaga llegaban este domingo a La Rosaleda para encarar el último compromiso de la temporada. El último capítulo de un libro que tendrá próxima entrega en agosto, cuando inicie el curso 2016-2017. Ya se respiraba ese fresco aroma a fútbol en los aledaños del estadio. Un estadio de Champions. El feudo de batalla donde saltarían a batallar amarillos y blanquiazules en una lucha sin tono agónico pero con el orgullo en juego.

Los malaguistas pusieron el cuero en movimiento tras el pitido arbitral. 90 minutos por delante para despedir una temporada de ensueño. Comenzó de modo intenso el conjunto local, que pretendió morder desde el inicio. Los amarillos no estaban cómodos en su zona, el centro del campo, y el Málaga lo aprovechó para disponer de la primera ocasión del partido. Las botas de Charles pudieron anotar el primer y romper el empate, pero Raúl Lizoaín se empleó a fondo. 

Inicio intenso pese a la situación clasificatoria

La presión de los boquerones asfixiaba a los canarios, pero la brillantez de Roque y Jonathan Viera aportarían mesura para los suyos. Aun así, la sensación de peligro la ponían los blanquiazules. En el minuto 5 de partido dispusieron del primer saque de esquina, que afortunadamente para los intereses grancanarios no generó demasiado peligro. No parecían haber entrado en el partido los pupilos de Quique Setién, cuya intensidad distaba de asemejarse a la de su rival. 

Pero si algo tiene el gen amarillo es la capacidad de sacar de la chistera algún truco con el que petrificar al contrario. Así, Momo y Willian José compusieron los primeros acordes para los insulares con una buena jugada por banda. El Málaga, que no renunciaba a controlar el esférico, dejaba espacios al contragolpe. Sin embargo, contrarrestó a la perfección en un balón profundo donde, a disparo de Cop, Lizoaín tuvo que lucirse. Segunda para del guardameta isleño. 

Despertó gradualmente Las Palmas de su letargo merced al mágico toque de Momo y Viera. Bonita combinación amarilla que finalizó con Momo filtrando un pase a Willian José, que no pudo conectar correctamente con el cuero. Todo ello sucedió al primer saque de esquina para los canarios, que no pudieron aprovechar la ocasión. Pese a los atisbos de ataque, el partido era un continuo 'toma y daca' por parte de ambos contendientes, aunque con escasa precisión en la definición. 

Cop, de gran cabezazo, inutilizó la estirada de Lizoaín para convertir el primer gol

Donde sí se hallaron grandes dotes de efectividad fue en la línea defensiva. Pedro Bigas evitó el remate certero de Charles para hacer el primero. Poco después, Willian José envió un cabezazo al palo tras recibir un pase desde la banda. Había despertado Las Palmas y comenzado a enseñar los dientes. El Zhar, incisivo en posiciones ofensivas, gozo de algún balón en largo, a la espalda de la defensa, con el que estuvo a punto de sorprender a la defensa malaguista. El centro del campo amarillo se encontraba mejor y más activo, si bien el Málaga no decía adiós a la posesión. En el minuto 27 de juego, un buen balón desde la banda acabó en el primer tanto local. El testarazo de Cop hizo inútil la estirada de Raúl Lizoaín.

Las Palmas se rehizo y no le temblaron las piernas

Los amarillos intentaron resarcirse y daban evidencias para ello. Primero Willian José y posteriormente Tana, con sendos disparos, pudieron colocar el empate. Sería el brasileño el que obtuviera el premio del gol, y poco después, tras prolongar Dani Castellano un saque de esquina puesto por Viera, anotó en boca de gol. El 1-1 ya campeaba en el electrónico y Las Palmas se había desmelenado. Entre tanto, David García sufrió un golpe que le hizo quedarse tendido en el césped. El reconvertido en lateral derecho tuvo que abandonar el campo. Su salida supuso el último instante de la temporada para él, una camapañ en la que ha resurgido y vivido su segunda juventud. En su lugar entró David Simón

La Unión Deportiva seguía generando peligro en grandes cantidades. Willian José, Tana y Viera triangularon a la perfección y a punto estuvieron de darle la vuelta al resultado. Estaba siendo un partido destacado especialmente del jugador cedido por el Zaragoza, que tras algunas jornadas sin brillar, volvió a la senda del gol. Acompañándole se encontraba Nabil El Zhar, que también se mostraba activo. Un disparo que emanó de sus pies propició un saque de esquina peligroso a favor de los suyos. Jonathan Viera colgó el cuero, David Simón cabeceó y Tana, que entraba soló rompiendo la línea malagueña, estuvo cerca de marcar. Ochoa volvió a agigantarse. 

El Málaga castigó antes del descanso

Muy activa la Unión Deportiva en el último tramo de la primera parte, en parte debido a las apariciones de Roque Mesa. El canterano volvió a encandilar en una primera mitad de gran talento. Su propuesta, con Viera y Momo de escuderos, casi consiguió remontar el encuentro. Sus combinaciones atemorizaban al rival y poco faltó para el 1-2. 

El Málaga no renunciaba a nada, dado su carácter de anfitrión, y deseaba terminar la temporada de la mejor manera. Así pues, un disparo desde la frontal golpeó en la mano de Lemos, provocando penalti. Charles fue el encargado de chutar y de enviar el balón al fondo de las mallas tras engañar a Raúl Lizoaín. Duro golpe antes del descanso para los amarillos. 

El parón sentó bien en las filas canarias

Las Palmas salió con determinación en la segunda mitad, presto a buscar un resultado favorable. Quique Setién decidió adelantar líneas y dar una sensación de mayor peligro a pesar del tanto psicológico del Málaga antes del descanso. Un saque de esquina para los canarios dio pie posteriormente a una buena jugada que terminó convirtiéndose en un disparo de Pedro Bigas, manso y con dirección a las manos de Ochoa. Las Palmas comenzaba a demostrar que no sentía ningún temor y ya merecía, con acciones ofensivas como argumento, el empate. 

El calor hizo mella en la provincia andaluza de Málaga y en el césped de La Rosaleda

El Málaga no se sentía cómodo con el cuero y no conseguía enlazar pases con acierto. Tanto es así que la grada dedicó los primeros silbidos a los suyos. Pero el físico de ambos batalladores se veía mermado a causa del calor que emanaba de la ciudad malagueña durante este domingo. Las prisas corrían del lado visitante, con lo que los locales daban señales de conformidad y lo plasmaban sobre el verde. No obstante, Javi Gracia dio entrada a Christian Atsu en detrimento de Juanpi, buscando mayor velocidad. 

Las Palmas no renunciaba al empate y dedicó su empeño a ello. Un balón filtrado fue rematado por El Zhar y, de nuevo, despejado a la perfección por Ochoa. A continuación, segundo cambio en las filas locales: Recio salía y entraba Pablo. Pero los asedios amarillos no tenían cese y los de Setién volvieron a intentarlo, esta vez a balón parado y sin peligro final. El Málaga encomendaba sus opciones de sentenciar al contragolpe, pero se encontraba en frente a un Pedro Bigas excelso al corte. 

El Málaga se rearmó, Las Palmas continuó asediando

Los futbolistas blanquiazules se percataron del dominio amarillo y consiguieron, paulatinamente, recuperar buena parte del terreno. Las Palmas había merecido el tanto durante la mayor cantidad de minutos, pero no conseguía materializar ninguna ocasión en gol. Los entrenadores quemaban sus últimos cartuchos y decidieron efectuar sendas sustituciones. En Las Palmas entró Wakaso por Momo, y en el Málaga, Duda por Cop. El africano de Las Palmas no tardó en dar buenas muestras de su calidad. Colgó el balón al área, y El Zhar emergió para rematar de cabeza. Ochoa volvio a aparecer y con una magnífica parada desbarató las intensiones visitantes. 

Las acometidas eran cada vez mayores por parte de los canarios. Esta vez, en forma de contragolpe, Wakaso forzó una falta peligrosa para los suyos, que Jonathan Viera terminño centrando sin peligro. Los boquerones seguían dejando entrever que tan solo serían capaces de anotar mediante alguna jugada de tiralíneas y al contraataque. Así lo hizo, y Atsu, que había entrado en la segunda mitad, batió por bajo a Lizoaín tras aprovechar su gran velocidad. El fútbol estaba siendo, una vez más, injusto con la Unión Deportiva

Jarro de agua fría bajo el sol malagueño

Poco después del tanto de la sentencia, Charles aumentó el castigo y colocó el 4-1 en el marcador. Demasiada dureza para una Unión Deportiva que lo había intentado por todos los medios durante la gran parte del partido. El final de temporada tomaba un sabor amargo para los amarillos, que no podrían optar a la novena plaza. La Rosaleda era una fiesta y con ella el árbitro dio final al partido. Severo castigo para los amarillos, que no pudieron despedir una gran camapaña con un resultado a la altura. Los guerreros canarios prometer volver a dar guerra en el próximo curso, donde esperan consolidarse en la Primera División.