Mucha era la expectación que había levantado el segundo choque de los cuartos de final de la XLIV Copa del Rey. Y es que dos familias de idéntico linaje se cruzaban en el mismo camino rumbo a un puesto en la final del torneo. Abanca Ademar León por un lado. Fraikin Granollers por el otro. Y el resultado final en ninguna casa de apuestas se habría predicho.
Pudo ser la mala suerte de los leoneses. También lo pudo ser que los catalanes tuvieran el día. Entre aciertos de cara a la portería de Dino Slavic/Nacho Biosca y los fallos tanto en ataque como en defensa de los de Rafa Guijosa, el 23-31 se dibujó en un marcador sorprendente y nada engañoso. Y es que, en una tarde leonesa para olvidar, los de Antonio Rama fueron los dueños y señores de la contienda.
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Como dos púgiles que ya se conocen salieron las dos armadas. Y es que leoneses y catalanes ya saben, por partida doble, lo que es enfrentarse en esta campaña. Con la diferencia que el resultado final nada parecido sería al de las anteriores batallas. El Fraikin Granollers comenzó mandando en el electrónico por mediación de dos tantos de Antonio García, MVP en la tarde de hoy. Marcador que Seba Simonet se encargaría de remontar.
Y ese 3-2 favorable a los leoneses sería la última vez que los de Barcelona miraran a los maristas desde atrás. El acierto de Almeida bajo los tres palos; sumado a los tantos, sin ninguna resistencia, de García y Oswaldo comenzaron a alejar a los catalanes de los leoneses. Y es que, a tan solo quince minutos del final de la primera mitad, la diferencia se tornó de tres tantos (6-9).
Y peor sería ese abismo para los de Rafa Guijosa. Unos instantes de vacío en el marcador marista dejaron vía libre para el margen anotador barcelonés. No obstante, cuando el partido iba a marcharse a vestuarios con los cinco de margen (12-16), un gol de Mario López y dos paradas de Dino Slavic se encargaron de que tres fueran las dianas de diferencia (13-16).
Y la segunda parte iba a ser el ‘añus horribilis’ para el cuadro ademarista. Antonio García, que en su día había defendido los colores de la capital leonesa, hoy se iba a convertir en el verdugo personal de sus excompañeros. Y, si a eso le sumas la mala salida del balón y los espacios defensivos por parte del cuadro ademarista, la distancia entre unos y otros comenzó a ser insalvable.
De los tres de ventaja que tuvieron los que hoy ejercían de visitantes en los cinco primeros minutos de partido (15-18) se pasó a los cinco antes del ecuador del segundo acto (17-22). Una diferencia que se iba a ver incrementada una vez que Sebastián Simonet saliera excluido dos minutos tras provocar una pena máxima.
Tras la diferencia de seis se llegó a la de nueve (19-28) en los últimos siete minutos de partido. Almeida paró en la primera parte; y en la segunda era Guàrdia el que lo hacía en su sustitución. Desde ese momento, las caras bajas de un equipo hundido era la imagen que se podía notar en el parqué del Pitiu Rochel.
El 23-31 definitivo acabó con la impotencia leonesa. El Fraikin Granollers avanza hasta las semifinales de la Copa del Rey. El Abanca Ademar León se despide de la competición tras una tarde que mucho tardará en olvidar.