Balonmano VAVEL

Campeones en un mundo de Dioses

El FC Barcelona Lassa levanta su sexta Copa del Rey consecutiva tras vencer a un histórico Liberbank Cuenca por 34-18

Campeones en un mundo de Dioses
El FC Barcelona Lassa se proclama campeón de la XLIV Copa del Rey. Foto: Hugo Izquierdo
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Por Christian FernandezCasado

No solo los campeones son los que se alzan con la medalla de oro. A veces solo hace falta realizar algo que nadie esperaba e ilusionar a una ciudad, a un país entero. Y es que, frente a un FC Barcelona Lassa a años luz del balonmano español, un equipo humilde y aguerrido demostró que tiene tanta piel de campeón como esos que ahora se alzan con su sexta Copa del Rey consecutiva.

El marcador reflejará un contundente 34-18. Pero, lejos de esa diferencia de goles, sobre la pista del Pitiu Rochel se pudo ver a un Liberbank Ciudad Encantada de Cuenca que ya puede presumir de su sello de campeón. Campeón de los equipos ‘mortales’ de ASOBAL. Campeón de una ciudad entera. Y, sobre todo, campeón de un espíritu ganador y nunca dado por vencido.

Todos los datos de la final

Y como una final que era salieron los dos conjuntos al terreno de juego. Con todo los de Xavi Pascual. Con todo los de Lidio Jiménez. Tal fue la intensidad concedida por los dos equipos al inicio que, los primeros cinco minutos de juego dejaron un ajustado 2-1 en el marcador. Y que no se engañe a la vista. La gran efectividad de Leo Maciel en portería mantuvo a los conquenses vivos en las primeras de cambio.

Ajustado era el encuentro. Al mismo tiempo que las opciones de adelantarse. Un parcial de 1-3 en los segundos cinco minutos colocó a los manchegos por delante en el marcador (3-4) por primera y última vez en la final. No obstante, una exclusión de Ponciano fue aprovechada por Aleix Gómez que, desde el extremo diestro, no falló.

Sin embargo, un acertado Maciel en portería y otro más Thiago Ponciano de cara a puerta continuaron aguantando el barco ante el vendaval catalán. De esta forma, el 12-10 era visible a cinco minutos del tiempo de descanso. Pero los barceloneses no querían irse sin premio. Y Palmarsson se encargó de que cuatro fueran los tantos de ventaja con los se irían al descanso (16-12).

Y, como suele pasar en este tipo de citas, el sello de denominación de origen venció a la ilusión. Con las fuerzas aún por llegar al 50%, los catalanes salieron a acabar con la final rápido y sin problemas. Víctor Tomás se hizo dueño y señor de la ofensiva y el juego catalán. Demasiado ataque frente a unas piernas que ya no respondían por parte de los conquenses. Y si eso no era suficiente, un pletórico Pérez de Vargas en portería frustraba la ofensiva manchega.

Con un 28-15 en el ecuador de la segunda mitad la XLIV Copa del Rey se tiñó de azulgrana. El cambio en portería por parte de los de Lidio Jiménez paralizó, en una porción, el festival anotador de los de Pascual. Y es que también hay que señalar que no había motivo para que la diferencia fuera aún más abultada.

El FC Barcelona Lassa se eleva aún más al Olimpo tras cosechar su sexta Copa del Rey consecutiva. A escasas semanas, además, de alzarse con el título de Liga ASOBAL. Mientras tanto, una ciudad entera pudo deleitarse y animar a un Liberbank Ciudad Encantada de Cuenca que ya es un campeón en un mundo dominado por un Dios.