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Hiroki Ono ¿joven promesa o talento con fecha de caducidad?

El piloto japonés está cuajando un año sensacional en el CEV, y desde Japón quieren que llegue a lo más alto pero sin quedarse a medio camino en su progresión, cosa que les ha sucedido a los últimas perlas del motociclismo nipón.

Hiroki Ono ¿joven promesa o talento con fecha de caducidad?
De momento Ono va por el buen camino. | Fuente: FIM CEV Repsol
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Por Diego De Arístegui

Cuando alguien habla acerca del Mundial de motociclismo, hay un sinfín de aspectos a tener en cuenta. Uno de esos puntos de interés radica en la importancia trascendental que ha tenido un país para que este deporte sea hoy lo que es, Japón. Los nipones representan la nación de la tecnología más vanguardista, de la mecánica más sofisticada y donde el trabajo se concibe casi como una virtud de la que el ser humano tiene que sacar lo mejor de sí mismo.

El legado japonés sigue persistiendo hoy en la competición de las dos ruedas. Las principales motos proceden de este país, como Honda, Yamaha o Kawasaki, que compiten con sus rivales italianas Aprilia y Ducati, y a las que se han ido sumando otros contendientes con menos repercusión a lo largo de los años como Derbi, Cagiva o Mahindra.

La criptonita

Resulta innegable decir que Japón no aporta nada a la competición. Sin embargo, en los últimos años, el país asiático ha visto cómo se ha creado un frente en el que su calidad milimetrada se está cuestionando. Un nicho trascendental, casi al mismo nivel que el de generar los motores más potentes, la capacidad para generar pilotos con talento.

Y es que han pasado ya demasiados años sin que los aficionados al motociclismo, y más especialmente los nipones, puedan incluir en su lista de pilotos consagrados o de futuros talentos a un japonés. Hubo un tiempo en que Tadayuki Okada, Norick Abe o Daijiro Kato competían con los mejores, y los batían. Eso hoy ya no ocurre.

La última promesa verdadera del motociclismo japonés la tuvimos con Shoya Tomizawa, un piloto que despuntó en Moto2, pero al que el destino no le dejó seguir impresionando a todo el paddock del Mundial. A día de hoy se puede decir que el valor más puntero es el piloto de Moto2, Takaaki Nakagami, que por lo menos la pasada temporada parecía responder a ese nivel de exigencia que se le pedía, pero este año su rendimiento está siendo muy inferior a las expectativas generadas hacia él.

Pero no todo es tan pesimista, hay luz al final del túnel, y esa esperanza se llama Hiroki Ono. Un piloto que se está convirtiendo en una de las revelaciones de la temporada en el CEV, en la categoría de Moto3, donde ha conseguido ya sumar dos podios y marcha tercero en la clasificación general, por detrás de Fabio Quartararo y Jorge Navarro.

Ono protagonizó un gran duelo con Navarro en el Circuit de Catalunya (Fuente: FIM CEV Repsol)

Desde su país son conscientes de su talento, y han querido blindarle de la mejor manera posible. Ono tiene el apoyo del equipo Honda Team Asia, del que se dice que por detrás está la mano de todo un Shuhei Nakamoto que está ansioso por volver a tener a un gran piloto compitiendo con los mejores pilotos del Mundo. Además corre con una TSR-Honda, muy parecida a la Honda con la que compiten Rins y Márquez en el Mundial, o Quartararo en el propio CEV.

Hay que darle tiempo a Ono, pero el japonés ya se ha dejado ver en los mejores certámenes, como el CEV, el CIV italiano o el Mundial, donde firmó un octavo puesto en Jerez 2011. Desde el país del sol naciente deberán mimar y moldear el talento de Ono, porque puede convertirse sino en un valor de futuro, en uno de los nombres que siente las bases para que el motociclismo japonés regrese a lo más alto.