Tito Rabat cumplió con los pronósticos y se adjudicó la victoria en el circuito de Montmeló. Una carrera especial para Rabat, por ser la de casa, y porque este resultado le sitúa en un lugar muy privilegiado en la cabeza del Mundial, con un importante colchón de ventaja sobre su compañero de equipo y principal rival, Mika Kallio.
Rabat señaló que el triunfo supuso el broche a un fin de semana perfecto: "Estoy muy contento por la victoria, que además ha sido en casa. Hemos trabajado mucho todo el fin de semana y esta victoria ha sido la mejor prueba de ello. Estaba preocupado por Maverick, porque me ha costado mucho separarme de él y me lo ha puesto muy difícil, sobre todo al principio".
Una de las principales preocupaciones de Rabat fue el estado de pista. Al haber llovido durante la noche, las condiciones fueron mucho más complicadas que en todo el fin de semana, sobre todo en el desgaste de los neumáticos: "Las gomas se han roto más de la cuenta y ha sido difícil mantener un ritmo más o menos equilibrado de 1'47. Aún así he podido ser agresivo en las frenadas para adelantar para luego apretar y apretar hasta que he logrado escaparme".
Con respecto a la situación del Mundial, Rabat reconoce que el hueco que tiene es importante, pero que para nada es decisivo, ya que todavía quedan muchas carreras, con condiciones muy complicadas, en las que será muy difícil seguir sumando victorias a su casillero: "Esta claro que es muy importante el hueco con Mika (Kallio), porque me permite cometer algún fallo, aunque no dice nada. Queda mucho y todavía pueden pasar muchas cosas. Tengo que seguir pendiente de Kallio en cada carrera y sacar el 100% de mí".