La victoria no parecía nada sencilla para Tito Rabat. Más aún cuando desde la primera vuelta su, por aquel entonces, compañero de equipo se propuso marcar el ritmo desde el principio. Tanto fue así que la Kalex de Mika Kallio ya aventajaba en un segundo al barcelonés en la primera vuelta al trazado italiano. Llegaría a aumentarla medio segundo más, no obstante, arrancar tan fuerte desde el principio hizo que sus neumáticos lo pagaran caro.
A partir de la duodécima vuelta, las gomas del finlandés dijeron basta. La distancia entre los dos fue haciéndose cada vez más estrecha. En la decimotercera el español ya estaba a rueda. Tuvo siete giros más para analizar a su rival, estudiar su trazada e intentar el adelantamiento, un campo dónde Rabat es un experto. Conseguiría pasar de forma limpia en la vigésima. Fue en ese momento cuando el, a la postre, campeón del mundo impuso su ritmo y acabó la carrera con una diferencia de más de dos segundos.
Ya en el parque cerrado el catalán reconocía que, para su desconcierto, le había resultado una victoria facil. "Esperaba mucha más batalla pero al final no ha sido así. Mika iba muy fuerte pero luego iba cometiendo algunos errores. Sin cometerlos yo he podido cogerle", llegó a decir tras la prueba.
Johann Zarco consiguió llevarse la tercera clasificación en el podio. Le siguieron el español Maverick Viñales, que estuvo a punto de darle alcance, y el suizo Thomas Luthi. Los demás españoles fueron Julián Simón, octavo, Axel Pons, noveno y Román Ramos fue vigesimo séptimo. No pudieron acabar Nico Terol tras romper la cadena de su moto ni Ricky Cardús. Este último pudo tener su día de suerte, cuando se colocó tercero en la primera vuelta. Lamentablemente se fue al suelo cuando luchaba por la séptima plaza con el alemán Jonas Folger.
Con esta victoría Rabat conseguía una ventaja de 22 puntos a falta de cinco carreras para el final del campeonato. Afortunadamente la lucha por el campeonato seguía al rojo vivo.