Valentino Rossi vuelve a ser un serio candidato al título. El italiano lo perdió en 2015 en la última carrera después de dominar todo el curso y en 2016, en lugar de venirse abajo, sigue peleando por el ansiado décimo cetro mundial. Las dos primeras carreras dejan patente que es un rival a tener muy en cuenta: cuarto lugar en Qatar peleando durante toda la prueba en cabeza y segunda posición en Argentina.

La carrera de Termas de Río Hondo fue muy extraña para el de Yamaha. Rossi firmó una gran primera parte, llegó a liderar la prueba y pelear con Márquez, pero en el cambio de moto perdió todas sus opciones. El italiano no tuvo buenas sensaciones sobre la M1 a partir del ecuador de la prueba, aunque finalmente pudo subir al podio. Eso sí, con mucha fortuna: Iannone tiró a Dovizioso en la penútlima curva cuando ambos tenían el segundo y tercer escalón del podio.

Valentino Rossi destaca las claves del Gran Premio: electrónica y neumáticos. La nueva normativa de este año hace que cada circuito sea una historia diferente. "Estoy feliz de volver a Texas y correr en Austin. Tenemos que trabajar duro porque es crucial entender rápidamente como funcionan en este circuito la moto, los nuemáticos y la electrónica", explicó y habló de la segunda parte de la prueba como uno de los secretos para optar a cotas altas: "En las últimas vueltas de carrera no estoy siendo muy fuerte por lo que necesitamos mejorar la moto con neumáticos usados", dijo.

Con estos resultados, es segundo en la general a solo ocho puntos de Marc Márquez. Precisamente, la nueva parada del campeonato, en Austin, es un lugar fetiche para el español -tres victorias consecutivas- y donde nunca ha ganado Rossi: "Históricamente este es un circuito difícil tanto para mí como para Yamaha, aunque el año pasado pudimos acabar en el podio y este año volveré a intentarlo". Rossi nunca pierde la fe.