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Toby Price, el campeón superviviente

Todos son supervivientes cuando se trata del Dakar, pero Toby Price lo personifica en forma de éxito. Tras sufrir el episodio más trágico de su carrera deportiva, aterrizó en el rally más duro del mundo en forma de sorpresa: acabando tercero en su año de debut, regresó a este con una ambición que le hizo campeón.

Toby Price, el campeón superviviente
Foto: Dakar 2016
esperanzamurcia
Por Esperanza Murcia

Duro, exigente, cambiante. Así es el Dakar y también lo es Toby Price. Todos los adjetivos le van. Compartiendo naturaleza cómo no iba él a triunfar. Cuando se habla de pilotar, poco importa más que aquello que te hace rodar. Por eso consiguió hacer podio en su estreno, por eso este año ha ganado el Dakar.

Decir que lo suyo no es fácil es contar una obviedad. Cuando se habla de este raid todos son ganadores, aunque sólo uno se proclame campeón. Price lo ha hecho porque se lo merece, protagonizando una edición ejemplar. Su actitud ha sido una miscelánea perfecta: talento, inteligencia y estrategia. Supo que la diferencia se marca en la segunda mitad y en ella alzó el vuelo para no volver a bajar.

Cuenta que durante el Dakar ha sido "australiano". Hace referencia a su postura, correctísima durante toda la competición: sólo arriesgaba cuando hacía falta, cuidó la moto en las etapas maratón, consciente de su importancia, y manejó la navegación fruto de su preparación previa con un experto en el tema, Jordi Viladoms, como ya hizo con Marc Coma en 2014 (antes de su primera participación en 2015).

Sabe trabajar Price y su sacrificio lo ha llevado hasta aquí. Entrega absoluta por las dos ruedas. Porque un campeón es mucho más que la sonrisa que refleja en el podio, es el camino que recorre hasta la meta. Él ha tenido que padecer como pocos antes de ser el flamante campeón súper estrella. 2013 y una espalda rota. Un accidente en el National Hare and Hound, un campeonato de dirt track en el desierto de California, le rompió brutalmente tres vértebras, una del cuello y dos de la espalda.

Foto: Dakar 2016
Foto: Dakar 2016

Roto su cuerpo no lo fue su espíritu. Tenía dos caminos, pagar una factura que sabía a deuda, pues el seguro de la competición no cubría la operación requerida, o volar hasta su país natal, con todas sus consecuencias, para ser operado allí. Eligió lo segundo, conocedor del riesgo, y le salió bien en forma de imposible. Imposible porque un año más tarde estaría preparándose para enfrentar su primer Dakar, tras quedar octavo en el Rally de Marruecos KTM le abrió las puertas, como si no viniera de la lesión más cruda de su vida.

A partir de ahí ya se sabe de su talante. En 2015 dio el aviso de que acabaría entre los quince primeros, pensando muchos que lo suyo era la rebeldía típica de las jóvenes promesas, pero unas semanas más tarde dio prueba. Contundente además, pues no sólo acabó en ese top sino que finalizó tercero. Se acopló rápido al raid, era rápido, regular y astuto. Poseía además de técnica, así que lo demás ya quedaba dicho.

Foto: Dakar 2016
Foto: Dakar 2016

Este año ha marcado la diferencia. Resuenan el abandono de Joan Barreda, máximo favorito de esta edición, junto al de otros grandes que también se quedaron por el camino, pero el éxito se lo ha ganado él sólo. Ha sabido reaccionar a todos los contratiempos que han ido surgiendo, en una edición de constantes altibajos como ha sido este Dakar, aguantado el tirón hacia la victoria como único objetivo. Ha sido así el que más se ha llevado, un total de cinco, para saborear el mayor logro de todos con una diferencia abrumadora (quedó a más de media hora de Stefan Svitko y a más de 45 minutos de Pablo Quintanilla). Por la rapidez de su acenso ligan su nombre a la sorpresa, aunque si lo piensan bien no deberían caer en ella. Toby Price es un superviviente. Y la superación es éxito en el rally más duro del mundo