Fue fichado sólo y exclusivamente para ganar. Para devolver a Aprilia la gloria perdida en 2013, en parte por el buen hacer de Tom Sykes y también por los fallos de sus pilotos. Marco Melandri, a quien se le habían escapado los títulos de los tres años anteriores por estar en equipos menos competitivos, firmó con los ojos cerrados el contrato con el que para muchos es el equipo más potente del Mundial de Superbikes. Eso sí, sólo valía ganar.
Aprilia había dominado el último lustro el campeonato de la mano del romano Max Biaggi, ganador de dos títulos mundiales en 2010 y 2012. Con la retirada del 'Corsario', la marca de Noale quedaba en manos del veterano Guintoli y el joven talentoso Laverty. Las numerosas caídas de Laverty y la poca valentía en los momentos claves de Guintoli hicieron que, pese a contar con la mejor moto del campeonato, dejaran escapar el título a manos de Sykes.
Fichado por Aprilia para ganar el campeonato
No tardaron mucho en Italia en señalar y cortar cabezas. Y el elegido fue Laverty, quien salió por la puerta de atrás pese a completar una segunda temporada de Mundial (cuando ya todo lo tenía perdido e iba sin presión) totalmente perfecta. Aprilia decidió fichar a un piloto número 1, como Melandri, y que estuviera bien acompañado de un número 2, como Guintoli, que había actuado en varias ocasiones de nº1 en 2013 por los errores de Laverty.
Las expectativas estaban por todo lo alto en la escuadra italiana. Un piloto de casa, como Biaggi, en la moto transalpina. Garantía de éxito, decían. El inicio de temporada en Australia no fue para tirar cohetes, pero se mostraron competitivos. Melandri subió al podio en la carrera inaugural, sólo superado por un inspirado Laverty. En la segunda manga le tocó sufrir y salvó un octavo puesto. Había salido con tres puntos más que Sykes, y eso era lo positivo.
Aragón era el inicio de la temporada europea de Superbikes. Y Melandri estuvo irregular. Combinó una primera manga decepcionante, sin entrar en el podio y sin ritmo para estar con las Kawasaki, con una segunda carrera espectacular, remontando desde atrás, y peleando en la última vuelta con Sykes y Baz, quedando sin premio en el tercer puesto.
Assen, Imola y Donington: el peor momento de Melandri
La prueba de Assen fue la primera gran decepción para Melandri. Dos sextos puestos en diferentes condiciones (seco y mojado) dieron el primer toque de atención al italiano, más aún viendo cómo su compañero de equipo conseguía ganar una de las mangas. Pero, para desgracia de Melandri, esto no había sido otra cosa que el inicio de su calvario.
Marco esperaba inaugurar su casillero de victorias en casa, en un circuito de Imola lleno hasta la bandera de enfervorizados 'tiffosi'. ¿El resultado? Otra decepción. El gran calor que hizo el domingo le pasó factura, desgastando las gomas y acabando sexto la primera manga y undécimo en la segunda, sufriendo una degradación brutal del neumático trasero. Resultado vergonzoso en la carrera de casa para el piloto de Aprilia, que empezaba a estar cuestionado en su propio equipo.
La quinta prueba del año era en el británico circuito de Donington Park. Y en esta prueba, pese a volver a decepcionar los resultados, hubo una mejora en Melandri. En la primera manga fue cuarto, y en la segunda, cuando peleaba por la victoria, fue arrollado en la frenada de Melbourne por un optimista Alex Lowes, arruinando la carrera del pobre Melandri, que acumulaba seis carreras sin subir al podio y quedaba a casi 100 puntos de Sykes, que se exhibía ante su afición.
Sepang: la resurrección de Melandri
Tras cinco pruebas, Melandri estaba en la cuerda floja. Rumores y más rumores acerca de una posible rescisión del contrato no eran la mejor situación para recuperar el rumbo. Pero el italiano hizo un fin de semana perfecto en Malasia. Ayudado por el desastre de Kawasaki en la primera manga, se impuso a Guintoli en las dos mangas para llevarse un doblete inesperado que le volvía a hacer creer en sí mismo. ¿El Mundial era posible? Con el doblete y la caída de Sykes, sí.
Y encima la siguiente carrera era en casa, en Misano. Pero fue la vuelta a la cruda realidad. Tom Sykes se paseó durante todo el fin de semana a su antojo. Melandri logró dos terceros puestos, salvando el fin de semana y el honor de Aprilia, pero sus esperanzas de título quedaban hechas trizas ante la perfección británica de Sykes y su Kawasaki.
En Portugal, más de lo mismo. Decepcionante primera manga en la que quedó fuera del podio y volvió a asistir de espectador a la exhibición de Sykes, y en la segunda, en mojado, cuando iba directo a la victoria, le pudieron las ganas, yéndose al suelo y llevándose por delante a su compañero de equipo, Guintoli, en una carrera que era una oportunidad para ambos de recortar puntos al líder.
Laguna Seca, resumen de la temporada
La última prueba, disputada en Laguna Seca, ha sido un perfecto resumen de la temporada de Melandri. Completó una primera manga perfecta, logrando la victoria por delante de Guintoli y Sykes. Pero en la segunda, cuando iba directo al doblete, sucumbió ante la presión de Sykes y se fue al suelo en las últimas vueltas, cometiendo un error de novato, que le costó la carrera y terminó por finiquitar sus escasas opciones de título. Con la suspensión de la carrera de Sudáfrica, Melandri es quinto a 104 puntos del líder con 150 en juego. El título 2014 es imposible.
Es hora de que el italiano haga autocrítica. Se esperaba mucho más de él tras tres grandes temporadas en el Mundial de Superbikes. Tiene ofertas de Aprilia para ir a MotoGP en 2015 con el equipo oficial, pero desde hace unos años su meta es ser campeón de Superbikes. Viendo que éste título se le va a escapar de nuevo, ¿qué hará en 2015? Para empezar, debe volver a centrarse y recuperar ese instinto 'killer' que tuvo en 2013 y, sobre todo, la regularidad, su gran lastre durante esta temporada. Y es que la temporada de Melandri está siendo totalmente bipolar, es el 'yin y el yang'. ¿Que Melandri veremos en las tres últimas carreras?