El inicio del Mundial de Superbikes se acerca para todos los pilotos de la parrilla. Esta semana tuvieron la oportunidad de rodar en el último test privado de la pretemporada, antes del ensayo general en Australia, pre-carrera inaugural. Entre ellos estuvo el británico Jonathan Rea, que afronta su primera temporada enrolado en el equipo oficial de Kawasaki. El de la Isla de Man, tras más de un lustro en Honda, buscó un cambio de aires para ser campeón.
El test de Jerez estuvo marcado, esta vez sí, por la excelente meteorología, que permitió a los pilotos rodar con sus monturas y probar tanto simulacro de carrera como 'qualy'. Rea destacó que "ha sido un buen test, y más aún porque hemos dispuesto de la pista seca. Hemos podido evaluar muchas cosas, entre ellas bastantes pruebas con las geometrías y el equilibrio de la moto".
Sin embargo, el piloto británico admite que "no hemos encontrado una gran diferencia en los tiempos por vuelta, incluso cuando estábamos cambiando radicalmente la moto. Eso nos demuestra que la moto está funcionando con una gran ventana de opciones y variantes". En su discurso optimista, Rea comentó que "el martes por la tarde dimos un paso adelante con la gestión del motor y la electrónica y pude mejorar algo mi tiempo. Eso me da alegría y mucha confianza".
Aunque posiblemente lo más importante es que "he tenido la oportunidad de hacer un simulacro de carrera y he entendido cómo se comporta la moto cuando el neumático cae. Creo que tenemos las herramientas adecuadas en el garaje para seguir trabajando y estar en buena forma cuando los semáforos se apaguen en Australia". Incluso "al final del día hemos probado un neumático de calificación y funciona bien en esta moto". Finalmente, el británico resumió que "ha sido un test muy intenso y positivo".