"Si hubo una franquicia que creció rápidamente en todo sentido esa fue la de Houston. Ha formado un equipo compacto, con aspiraciones de campeonatos y con una plantilla envidiable. A su quarterback Matt Schaub le falta más reconocimiento, sobre todo por el ascendente del líder defensivo J.J. Watts. Esta temporada, Texans llegará en el momento ideal para disputar un Súper Bowl. Cuenta con una ofensiva temible y su juego aéreo puede combinarse con el ataque terrestre sin inconvenientes."
Esta fue la introducción de la previa de la temporada 2013/14 para Texans. Se reiteran esas líneas porque es la mejor forma de analizar un presente con vigencia. Houston ganó su segundo juego consecutivo, aunque sufrió más de la cuenta ante Titans y tuvo que disputar el tiempo extra para ganarlo.
Justamente, fue el novato DeAndre Hopkins quien atrapó el pase de anotación final para coronar el pleito. Titans había sorprendido con una intercepción temprana hacia Matt Schaub, pero el quarterback no suele hundirse en sus errores. Faltando 5 minutos, Alterraun Verner anotó un touchdown tras la intercepción al mariscal de Texans y Tennessee parecía llevarse el partido a casa.
Para colmo, Andre Johnson salió por lesión, aunque el equipo local no se amedrentó. Igualó el juego con Arian Foster y el tiempo extra fue su revancha. Venía de una remontada tremenda de 21 puntos la semana pasada para doblegar a Chargers. Esta vez, la historia fue semejante.
Titans había logrado un triunfo en el comienzo de la campaña ante Steelers, lo que alimentó el espíritu de un equipo golpeado desde la final con Rams, en 1999/2000. El domingo tuvieron fortalezas para pelear de igual a igual ante un conjunto formado como Houston. Lamentablemente, su pateador Randy Bullock tuvo fallas decisivas que postergaron el festejo. Igualmente, esta franquicia puede dar el salto.