Philadelphia volvió a ganar y es uno de los tres invictos de la NFL. Sin embargo, no se esperaba tanta paridad entre estos equipos porque Eagles venía creciendo, y de hecho su ofensiva continúa demostrando poderío, sobre todo a pesar de las lesiones, pero fue su defensiva la que permitió demasiados puntos respecto a los encuentros anteriores. Por su parte, Redskins, que tiene lesionado a Robert Griffin III, reflotó su juego de ataque con Kirk Cousins, aunque los problemas en la trinchera se mantienen intactos.

Se dio un gran partido de juego aéreo, con quarterbacks bastantes precisos (solo Cousins fue interceptado una vez), quienes sumaron 752 yardas entre ambos líderes y 6 touchdowns. Finalmente, el compromiso se ensució por la brusquedad, los cruces y los choques entre rivales.

La primera mitad resultó favorable a Washington, que avanzaba gracias las recepciones de DeSean Jackson y Pierre Garcon. El ex Eagles atrapó un pase que culminó con un touchdown de 81 yardas en el tercer período y que emparejaba en 27 tantos el marcador parcial. Antes de ello, Chris Polk anotó con una devolución memorable de 102 yardas. No obstante, Philadelphia creció a partir de Jordan Matthews y sus dos recepciones en la segunda parte que fueron determinantes para anotar 14 puntos. Al medio tiempo se marcharon 21-20 para los locales.

Con la paridad en los números, comenzaron a surgir roces cada vez mas fuertes. Varios jugadores se fueron lesionados del campo, entre ellos DeSean Jackson. La jugada más polémica del fin de semana se dio cuando el partido estaba igualado en 27 puntos. Nick Foles  recibió un golpe de atrás tremendo por parte de Chris Baker, en una jugada de engaño que había culminado con una intercepción de Washington. Inmediatamente, Jason Peters respondió a la brutalidad con otra peor y le pegó al agresor. Ambos fueron expulsados, tras una riña escandalosa. Luego de la repetición del video, el juez principal revirtió la intercepción y Jeremy Maclin anotó el touchdown que ampliaría la ventaja de Eagles.

Un último gol de campo de Cody Parkey, de 51 yardas, marcó la diferencia, a pesar del descuento de la visita tras una última anotación de Roy Helu. Philadelphia hizo historia porque se transformó en el primer equipo en dar vuelta los tres primeros juegos de la temporada por 10 o más puntos.