El duelo decisivo del domingo lo manejó Aaron Rodgers, quien culmina una temporada brillante. Del otro lado del muro, la portentosa defensiva de Lions aguantó un tiempo la ofensiva local, pero no pudo contener el brazo del talentoso mariscal de Packers.
Sin embargo, una dolencia muscular obligó a Rodgers a ser atendido por los médicos y fue reemplazado durante algunas jugadas, sobre todo cuando Lions igualó el pleito durante el tercer cuarto. La lesión del quarterback de Green Bay no sería de gravedad, pero será sometido a estudios. La clasificación de la franquicia como 2° mejor de la NFC le permitirá descansar una semana más que su futuro rival.
Las limitaciones físicas no le impidieron a Rodgers regresar al campo y conseguir un segundo touchdown, entre otras jugadas aéreas destacadas. El liderazgo del mariscal de campo es indiscutido y sus números siempre son positivos. Esta vez, el juego ofensivo debió ser repartido y Packers corrió con Eddie Lacy para equilibrar la balanza y proteger al cabecilla.
En tanto, Detroit lució como un conjunto nervioso y careció de argumentos para imponerse en sus dos facetas, la ofensiva y la defensiva. La primera etapa fue pareja, aunque Green Bay golpeó en momentos decisivos. Tras 10 minutos sin prosperas series de ataque, los equipos especiales anotaron con un regreso de patada de Micah Hyde. En el segundo cuarto, Rodgers encontró a Randall Cobb y perforó a Lions por aire.
Inmediatamente, el quarterback fue retirado del campo por la lesión en su pantorrilla izquierda. Lions aprovechó para descontar y posteriormente igualar el juego, primero con un touchdown de Matt Stafford y Calvin Johnson de 20 yardas y luego con otro similar encuentro pero de 4 yardas.
A pesar de los dolores y del ingreso de Matt Flynn, Green Bay necesitaba a Rodgers, quien ingresó en el tercer período y volvió a anotar tras pase a Cobb. La confianza del mariscal fue tal que no se amedrentó al acarrear al ovoide y volver a marcar un touchdown, esta vez por tierra. Notable.
Lions estaba abatido y Stafford se apresuraba en lanzar. El juego terrestre no prosperaba y la desesperación generó algunos avances, pero desprolijos. El reloj hizo el resto, a pesar de los puntos logrados, pero no habría tiempo para una remontada poco probable. El resultado fue justo y evidente. Packers ganó el puesto necesario en la NFC y Detroit deberá olvidarse de este juego para medirse con Cowboys.