El juez de distrito Richard Berman ha echado para atrás la sanción de la NFL al quaterback de los New England Patriots Tom Brady que le impedía jugar los cuatro primeros partidos de la temporada que va a comenzar el próximo jueves.

El conocido como caso Deflegate se inició después que los Patriots se negarán a colaborar con la liga en el caso de los balones desinflados en el partido que enfrentaba a los de Boston y a los Indianapolis Colts en la final de conferencia. Roger Goodell, comisionado de la NFL, decretó entonces una medida sancionadora de cuatro partidos a Tom Brady (por ser cómplice) y una millonaria sanción monetaria y de elecciones en el draft a la franquicia.

La franquicia y el jugador presentaron sendos recursos a la liga, siendo ambos rechazados por la instancia legal de esta. Entonces ambas partes recurrieron a la justicia ordinaria y es a partir de este momento donde entra en juego el juez Berman el cual después de dos meses ha decido revocar la sanción a Brady pero no así a los Patriots.

Su alegato para revocar la sanción al QB ha sido el siguiente: “La corte es plenamente consciente de las decisiones previamente tomadas en el caso, sin embargo concluye que la sanción debe ser anulada. Lo siguiente (la suspensión de Brady) por diferentes deficiencias legales: A) notificación inadecuada a Brady sobre sus posibles sanciones y su presunta mala conducta. B) Denegarle la oportunidad a Brady de examinar al investigador, Vicepresidente ejecutivo de NFL y consejero general, Jeff Pash”.

Este no es el primer caso que la justicia deja en aguas de borrajas las decisiones tomadas por la NFL como por ejemplo los casos de Ray Rice y Adrian Petterson a los cuales se les anuló la suspensión indefinida o el caso de Greg Hardy que se rebajó de 10 a 4 partidos. Esta es la cuarta sanción en menos de un año que la justicia modifica a favor de los jugadores dejando en entredicho la labor de Roger Goodell en estos aspectos.