El Santiago Bernabéu se engalanó. Se mostró dorado para recibir a su ídolo con la excusa de atender al Granada. Despistados por la eventualidad, el Real Madrid no fue el que se esperaba. Lentos, imprecisos y estáticos. Un regalo para un Granada que soñaba con arañar unos puntos del templo blanco.
En la fiesta de Cristiano se mostró un Madrid contemplativo, aguardando momentos mejores. Confiado en que con lo mínimo le bastaba, los de Ancelotti divagaron sin ritmo sobre el tapete. Con arreones, los blancos se acercaban y cuando parecía que empezaban a entonarse, volvía la calma chicha a la Castellana.
Llevados de la mano de la calidad de Modric, los contados ataques blancos llegaban por las bandas pero el remate no llegaba. Con ganas pero sin ideas. Con intención pero sin éxito. A Bale le fallaba la velocidad, a Cristiano el recorte y a Di María el control. Demasiadas lagunas sostenidas por ímpetu de Carvajal y la calidad de Modric.
Chilena de Ronaldo, respuesta de Roberto
En el preludio del descanso, Cristiano levantó al público. Con su chilena, que sacó virtuosamente Roberto, el portugués puso una semilla. Del acrobático disparo surgió otro Madrid con el intermedio mediante. De su escorzo brotó una ovación que salvó una pitada del público que esperaba otro rendimiento de su equipo.
Con la vuelta al terreno de juego, Jesé Rodríguez sustituyó a un deslucido e impreciso Gareth Bale. La magia del canario iluminó el camino del Madrid que empezó entonces a edificar una trabajada victoria. Sin alcanzar la excelencia en el juego, los blancos fueron armonizando su interpretación.
Marcelo sorprende y tranquiliza al Madrid
Guardados por la experiencia del centenario Roberto, el Granada se defendió como pudo. Y no fue poco. Con una disposición táctica ejemplar y un trabajo colectivo reseñable, los de Alcaraz aguantaron más que dignamente a uno de los aspirantes al título. El trabajo silencioso de Iturra sostuvo a su equipo con criterio y recuperación.
No fue suficiente para el Granada. El Real Madrid aprovechó un error nazarí que no tiró el balón fuera cuando pudo y lo pagó caro cuando no estuvo en capacidad para hacerlo. Una genialidad del Balón de Oro dinamitó el choque con un jugador del Granada en el suelo. Un caracoleo mortal en el área al que Roberto llegó una milésima tarde, cuando ya atronaba el Bernabéu coreando al protagonista.
El gol abrumó al Granada. No cambió su guion siquiera sabiendo que necesitaban marcar un gol a Diego López. Parapetados atrás, los nazarís aguantaron el ritmo lento del Madrid que por inercia se encontraron ganando por 2 gracias a la aparición en el área de Marcelo que regaló el tanto a Karim Benzema.
Con una ventaja lo suficientemente importante, el partido caminó sin historia hasta el final. Ni unos, ni otros dignificaron un choque que se fue apagando sin el brillo que se le suponía. El Oro del inicio no fue el preludio del partido, se quedó en protagonista de una tarde anodina.
Los goles del partido Real Madrid – Granada en vídeo
1-0 Cristiano Ronaldo, min. 56
2-0 Karim Benzema, min. 74
Así lo vivimos en VAVEL.com