Los dos equipos llegaban de forma totalmente distinta. Belgrano en el anteúltimo lugar, con un nivel de juego totalmente preocupante y con tan solo 5 puntos en la tabla de posiciones. Vélez llegaba como único escolta de River y a tres puntos del líder. Pero dentro del campo de juego, todo fue diferente. Belgrano se llevó por delante a Vélez que mostró un pésimo nivel de juego, sin crear ni siquiera una chance de gol en el arco de Olave.

El partido comenzó muy aburrido, con Vélez como el dominador, manejando la pelota pero sin profundidad. Belgrano apretaba y asfixiaba a los jugadores visitantes con sus marcas pegajosas, sin dejar dominar con comodidad el balón. De esta forma, el manejo de la pelota de Vélez, se vio dificultado y los contraataques del equipo cordobés, se daban cada vez con mayor frecuencia. De esta forma en el minuto 14, Pereyra robó la pelota en el mediocampo, se lanzó hacia el arco rival y remató seco un disparo que Sosa pudo tapar con dificultad, pero su largo rebote le quedó servido a Lucas Zelarrayán que anotó el 1-0 en el marcador.

El gol fue un balde de agua fría para Vélez, que lo hizo decaer notablemente en lo anímico y jamás pudo volver a ser el dominador del partido. Belgrano se adueñó de las ocasiones de gol y de no ser por la poca efectividad de Pereyra y Furch pudo haber ampliado la ventaja en varias oportunidades. En Vélez, Correa apareció poco y nunca pudo ser el creador de juego de un equipo que extrañó muchísimo a su figura, Lucas Pratto, que se encuentra lesionado y estará fuera de las canchas por quince días. Milton Caraglio estuvo siempre en soledad de compañeros y jamás pudo crear una situación de gol.

En el segundo tiempo, las cosas siguieron de la misma forma y Belgrano dominó el juego, con un fútbol dinámico y seguro, con los defensores marcando fuerte y llevando el equipo hacia adelante. En la ofensiva, Cesar Pereyra obligaba a los defensores de Vélez a no avanzar demasiado con su velocidad explosiva y con el esfuerzo de Julio Furch, que a pesar de no hacer un gran partido, corrió todo lo que le tiraron. En Vélez los cambios no surgieron ningún efecto y el partido finalizó entre situaciones desperdiciadas por los jugadores de Belgrano que no pudieron aumentar la ventaja.

El único gol del partido, convertido por Lucas Zelarrayán, de Belgrano: