La Copa Argentina es un certamen que permite choques insólitos entre equipos de dicho país. En esta ocasión, en Córdoba, Independiente se midió ante el humilde Alianza Coronel Moldes (equipo del Federal B). Pero lo más sorprendente de la noche fue que, a pesar de las inmensas diferencias entre uno y otro, el ‘Rojo’ subestimó al rival y estuvo a punto de ser eliminado.
Desde el comienzo del partido, luego de un par de avances de Independiente, el humilde, pero comprometido, equipo cordobés dio la sorpresa. A los seis minutos, con una buena jugada de Núñez desde la izquierda, el conjunto vestido de violeta desbordó a su rival y encontró a Reynoso dentro del área para poner el 1-0. Así, con selfie incluida en el festejo, el equipo más local en el Mario Alberto Kempes festejó el gol más importante de sus ocho años de historia.
El gol dejó al ‘Rojo’ atónito. Los de Almirón fueron de mayor a menor en el costado ofensivo y, como esto fuese poco, no definieron cuando tuvieron clarísimas chances. Del otro lado, el conjunto de Néstor Villalba se animó a la presión alta y frenó los avances a su área, llegó a controlar la pelota y hasta a someter a los ‘Diablos Rojos’ a jugar a su ritmo. Los desbordes del inspirado Núñez explotaron la defensa del elenco de Avellaneda y hasta pudo llegar a estirar la diferencia si no fuese por algunas respuestas de Montoya. En medio de esta catástrofe para Independiente, Sergio Pezzota le dio un respiro con su pitazo para el entretiempo.
El complemento, como era de esperarse, tuvo al equipo de Federal B aguantando como sea. A pesar de los metros otorgados y los nulos avances del contrincante, Independiente jamás le encontró la vuelta. Primero intentó gambetear de manera excesiva ante un equipo que se cerró para no darle más espacios. Luego, optó por el juego de las bandas para ensanchar a un esquema defensivo que nunca se terminó de abrir.
Así fueron corriendo los minutos y Almirón mandó a la cancha a Lucero, Pizzini y Ortiz en busca de un impensado, pero innecesario milagro. El equipo rival, deteriorado por un trabajo exhaustivo, empezó a tener imprecisiones lógicas. Finalmente, ni la calidad, la grandeza (que fue inexistente en el conjunto de Buenos Aires) y tampoco el presupuesto fue la diferencia. Un error propio del cansancio dejó mal parado a Alianza Moldes y, tras varios toques en el área, apareció el ‘Titi’ Ortíz para “salvar las papas”.
De esta manera, fueron a los penales. Un remate mal ejecutado de Zalazar, otro tapado de Montoya a Rivadero y las conversiones de Lucero, Victorino, Ortíz y Benitez, el ‘Rojo’ pudo avanzar a los 16avos tras el 4-1 desde los once pasos. A pesar que Independiente ganó, los ‘Diablos Rojos’ realizaron un verdadero papelón en el Mario Alberto Kempes. Autocrítica, replanteos y hasta modificaciones serán elementos necesarios para revertir una actuación muy mala.