El partido 26 había llegado, el Estadio Nacional Julio Martínez Pradanos se vistió de gala para recibir lo que fue el último partido de la edición número 44 del torneo de selecciones más longevo del planeta.

La Copa América 44 fue para el local. Tras un duro partido, los penales decidieron que La Roja se quede con el tan ansiado trofeo continental.

Los primeros minutos de la final que disputaron argentinos y chilenos en la capital trasandina no tuvieron a un claro dominador. Ningún equipo supo imponer su juego y el cotejo comenzó trabado en la mitad del campo.

En el minuto diez, Lionel Messi tuvo un tiro libre en la banda derecha que parecía tener la llave del primer gol de la noche. Tras la ejecución del '10', Sergio Agüero cabeceo el balón pero el mismo se topo con Claudio Bravo y este le negó el primer gol a los dirigidos por Gerardo Martino.

La pelota no entraba y como si fuese poco, el Tata tuvo que realizar la primera modificación de la final. Ángel Di María sintió un tirón en su posterior derecho y tuvo que salir del campo, en su lugar ingresó Ezequiel Lavezzi.

En la previa se esperaba un mejor juego, tanto a Argentina como a Chile les costó hacer pie en el campo del Nacional y el juego fue sucio. Las combinaciones no terminaban nunca de 3/4 para arriba y el marcador permanecía vacío.

En los primeros minutos el conjunto local fue superior en cuanto al manejo del partido, pero le faltó precisión en los últimos metros y no supo aprovechar su momento.

Tras la marea roja, el encuentro volvió a su curso normal y nuevamente el error final fue quien reino en Santiago. Ningún equipo tuvo frialdad en los últimos metros y las equivocaciones cada vez era más.

Cuando el reloj se acercaba a las siete de la tarde en Santiago, Wilmar Roldán decretó el final de los 90 minutos reglamentarios y el cotejo iba a continuar en el tiempo suplementario.

El primer tiempo de la prórroga iba a tener su chance más clara en el final. Javier Mascherano le erro al balón en una contra de La Roja y Alexis Sánchez tuvo todo el terreno a su merced. Cuando se dispuso a sacar el derechazo, Pablo Zabaleta llegó a molestarlo y su disparo no fue certero.

Las piernas comenzaron a responder cada vez menos y el partido perdió ritmo junto al físico de los jugadores, lo que llevó a que el Campeón de América se decida en los penales.

Dicen que el peor  trayecto que una persona puede transitar es de la mitad de la cancha hacia el punto penal. Miles de momentos, miles de formas de patear e instantes para decidir.

El primer jugador en patear en el Julio Martínez Pradanos fue Matías Fernández. El argentino nacionalizado chileno disparó al ángulo derecho de Romero, quien adivinó la dirección, pero no pudo retenerlo. 

Leo Messi fue el encargado del primer penal argentino, el astro colocó su disparó al palo izquierdo de Bravo, quien nada pudo hacer ante la gran ejecución del 10.

Tras los dos primeros penales, Vidal estuvo a punto de errar su disparo, pero el balón se le colo a Romero.

El cuarto penal fue malogrado por Gonzalo Higuaín, al pegarle de muy mala manera. Luego del Pipita, Aranguíz anotó y Bravo le atajó el penal a  Éver Banega

Toda la responsabilidad se quedó en los pies del Niño Maravilla, quien no titubeo y definió con una picadita que hizo que el Nacional estalle de la alegría.

Chile se quedó con su primera Copa América en su propio territorio y ante su gente.  Una vez más el seleccionado argentino se quedó a puertas de un nuevo campeonato, ahora toca pensar en las eliminatorias rumbo a Rusia 2018.