En la fecha 9 del Torneo Julio Humberto Grondona, el Taladro enfrentaba a su clásico rival, Lanús, en un partido que sería el primero en una seguidilla de malos resultados en condición de local. Si bien el equipo logró varios empates, de local era imposible volver a sumar de a tres, es por esto que sin encontrarle la vuelta al equipo, Matías Almeyda decidió dar un paso al costado y abandonar la institución del sur del Gran Buenos Aires.
La decisión fue tomada unos días antes del partido entre Banfield y Arsenal en el Florencio Sola, lugar en el cual una multitud asisiría para despedir al DT que supo ascenderlos en mayo de 2014. El encuentro terminó en una goleada del Taladro por 4-1 que cortó con la "mufa" que venían teniendo, ya que desde la fecha 7 ante Huracán no podían ver la victoria en su propia casa.
Unos días después, Claudio Vivas, quien estuvo a cargo de las divisiones inferiores del club, tomaría las riendas del primer equipo. En principio iba a quedarse por unas semanas, pero con los buenos rendimientos y los resultados positivos que obtuvo con la Comisión Directiva decidieron que se quedara hasta que concluyera el torneo local.
Con Matías Almeyda, Banfield jugó un total de 19 partidos de los cuales fueron vistoria para el Taladro 8, mientras que se perdieron 5 y se empataron 6. En condición de local Banfield ganó 3 partidos, mientras que perdieron 4 y empataron 3. Ahí es donde queda acentado lo mal que le fue al equipo en su propia cancha. Por el contrario, en condición de visitantes, ganaron 5 de los 9 partidos jugados, mientras que perdieron y empataron dos.
Ya con Vivas como DT, la situación repuntó. De un total de 11 partidos jugados, Banfield ganó 6, perdió 2 y empató 3. De local ganaron 3 partidos, empataron 2 y no perdieron ninguno. Como visitantes, ganaron 3, empataron 1 y perdieron 2. Claramente el balance es más positivo si apuntamos a los partidos en los cuales Vivas estuvo dirigiendo al Taladro.
Sin embargo, a lo largo del campeonato el sistema de juego se fue manteniendo. Con Almeyda y con Vivas predominó el 4-3-1-2, a pesar que los jugadores no siempre eran los mismos por una cuestión de rotación o de lesiones.
Tras las adveridades, Banfield logró mantener su estilo de juego y adaptarse a las distintas situaciones que le tocó afrontar.