Hasta el momento se han disputado 8 fechas de las 16 correspondientes del actual torneo corto de Primera División 2016. Independiente ganó 4 partidos, empató 2 y perdió los 2 restantes. El equipo comandado por Mauricio Pellegrino está tercero en la zona 1, tres puntos abajo de los líderes Rosario Central y Godoy Cruz y un punto por encima de Arsenal y Gimnasia de La Plata. El ´Rojo´ aún tiene la chance de terminar en el primer puesto de su zona y jugar una final con el clasificado de la zona 2 para definir al Campeón, aunque estos dos ya están clasificados a la Copa Libertadores 2017. Éste es el principal objetivo de Independiente y por el cual luchará hasta que terminen sus chances, aunque de no lograrlo, podrá acceder a la Libertadores si gana la Copa Argentina o la Copa Sudamericana del corriente año.

El objetivo es claro y evidente, aunque lo que aún no es claro es el funcionamiento del equipo. Si bien Pellegrino había podido hacer funcionar a sus dirigidos en la pasada temporada y lograr regularidad, eso es hoy una realidad que es ajena a Independiente, es algo que está lejos de sí. El equipo no encuentra un eje, una forma, una manera convincente de salir a ganar los partidos. Pero a su vez, en cada victoria tiene un punto a favor: hace los goles cuando tiene que hacerlos, es decir, golpea en los momentos justos. Quizás sin merecerlos o sin buscarlo de manera clara, con una idea que aún no demuestra convicción tanto en los jugadores al postrarla en el campo como a los mismos hinchas. No convence.



Mauricio Pellegrino tiene a su disponibilidad un plantel rico en potencial, en experiencia y en categoría. Si hablamos de la delantera, el Rojo posee cuatro delanteros de gran potencial que serían titulares indiscutidos en cualquier otro club del fútbol argentino: Diego Vera, Germán Denis, Lucas Albertengo y Leandro Fernández. Aún Albertengo no se recupera de su lesión ligamentaria en la rodilla, pero dispone de los otros tres atacantes a los que no sabe como ubicar en el campo, es por eso, en parte, el mal rendimiento en ofensiva del equipo. La calidad de sus 4 delanteros es innegable y le otorga una gran cuota de gol y capacidad de resolución a las jugadas, pero aún el DT no logra hacerlos jugar del todo correcto en asociación con el mediocampo, que es el punto más flojo de las pocas chances que genera el ataque.

Otra falencia y carencia que tiene el fútbol de Independiente es el mediocampo. Un mediocampo que ha bajado notablemente su rendimiento a comparación de lo mostrado el año pasado. Si vamos a las individualidades encontramos a un Jesús Méndez desaparecido, descomprometido y opaco, falto de fútbol y de bajísimas actuaciones. A su vez también es bajo el rendimiento de Ortíz con muchas imprecisiones y con falta de sincronización con el Torito Rodríguez, que de a poco recupera minutos y mejora sus actuaciones. Además, otro que ha bajado considerablemente es quien fue la figura el año pasado, el misionero Martín Benítez, a quien Independiente finalmente no vendió a Europa y hoy sufre un déficit en su productividad. También tiene en su plantel a un jerárquico Cristian Rodríguez, importantísimo futbolista, distinto, con mucha impronta y claridad, que a la vez es víctima de lesiones que lo alejan de las canchas. A pesar de las actuaciones prometedoras de Rigoni, hoy el mediocampo del equipo está en un nivel muy bajo y no logra asociarse de manera precisa con la delantera ni lograr estabilidad en la marca tampoco. Éste es el principal punto flojo a corregir del mal andar del equipo de Pellegrino.

Por su parte, la defensa también tiene baches y objeciones a corregir, pero es principal víctima del poco equilibrio y firmeza del mediocampo. Aún el sector derecho es un punto débil que los rivales aprovechan en la subidas de Gustavo Toledo y de la soledad que presenta al marcar. La zaga parece conformarse, Víctor Cuesta se afianza partido a partido con rendimientos, aunque, paradójicamente, es su compañero Pellerano quien ha bajado un poco su nivel y ambos tienen cuestiones que aceitar. El restante es Nicolás Tagliafico, el más regular de todos, quien otorga siempre confianza y grandes partidos. El sector izquierdo está bien cubierto, no sufre en demasía y, además, es opción en el ataque.

Las armas las tiene, y tiene de sobra. El plantel es muy bueno y los resultados son óptimos, ya que Independiente está tercero en su grupo y tiene chances de campeón, pero el rendimiento del equipo es tacaño, miserable y escaso. No se ve en cancha lo que se puede y se promete. Es un gran equipo con muy buenas individualidades, pero en lo colectivo no se ve reflejado en el campo la buena asociación, o por lo menos una clara idea de juegue. Aspecto primordial a mejorar para Pellegrino si es que quiere salir campeón.