El Cervecero tuvo un partido para el olvido, en el que lo condenaron los errores tácticos. El marcador recién se abrió a los 8 minutos del segundo tiempo: Brian Mansilla capturó un envío largo de Rodrigo Braña y ante la salida del arquero se la picó con mucha categoría.

Era el mejor momento del local, pero al ponerse en ventaja, el equipo se relajó y la visita llegó rápidamente al empate por medio de un cabezazo cruzado de Gabriel Sanabria (10´). Cuatro minutos después, Franco Bellocq dio vuelta el partido tras un córner.

Buscando el empate, a los 27 minutos los dirigidos por Grelak quedaron mal parados, y Rodrigo Cabrera cambió un contragolpe letal por gol, o golazo mejor dicho.  Y para rematar una tarde de lunes pésima, Miguel Caneo, uno de los mejores jugadores que tuvo Quilmes en los últimos años, ahora en Arsenal, sentenció el 4-1 a los 34 minutos tras un buen cabezazo al ángulo izquierdo de Dulcich.

Al finalizar el partido, Alfredo Grelak se refirió a los errores que sufrió su equipo y la eficacia del rival: "Me voy con bronca porque los errores que cometimos posibilitaron el resultado. El equipo jugó bien hasta los diez minutos del segundo tiempo, pero después de hacer el gol, no pudimos controlar la pelota y ellos aprovecharon nuestros errores para convertir. En el segundo tiempo, cada vez que patearon, hicieron un gol".

Luego continuó remarcando que sufrieron los mismos errores que habían corregido en la racha de seis partidos sin perder (la corto Gimnasia la fecha pasada): "Analizando la forma en la que llegaron, lo hicieron dos veces de contragolpe, una de pelota parada y con un córner. Son situaciones que venimos trabajando para que no nos pasen, porque nos sucedió en las primeras fechas y en el partido con Gimnasia".

El Cervecero empezó muy mal el año, luego reaccionó y cosechó seis partidos sin perder (cuatro empates y dos victorias), y ahora arrastra dos derrotas consecutivas: 1-0 - Gimnasia en El Bosque y la de ayer, 4-1 de local frente a Arsenal. Por lo tanto, el ánimo de los jugadores debe estar por el piso, y el DT deberá poner énfasis en la parte psicológica de sus dirigidos. Respecto a esto señaló: "Veníamos con un ánimo muy bueno, muchas ilusiones, pero cuando tenes un partido así, en los primeros días  hay que trabajar en lo anímico y en las posibilidades para que los jugadores entiendan que nosotros no podemos regalar absolutamente nada. Cuando se dan resultados como este, hay que trabajar muchísimo más".

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