Fue muy idolatrado y cuestionado en distintos momentos. Este último semestre arrancó en un gran nivel, sin embargo en algunos partidos importantes demostró pálidas actuaciones que lo llevaron estar fuera de la nomina de concentrados. Gonzalo "Pity" Martínez llegó a principios de 2015 tras ganar la Copa Argentina con Huracán y sin dudas prometía ser una de las grandes figuras del "Millonario" que comenzaba un año con un calendario repleto de títulos nacionales e internacionales.

El 10, ¿aprovechará éste respaldo de la dirigencia y cuerpo técnico?

Comenzó con buenas actuaciones y con la difícil tarea de llevar la "10" de River, que siempre implica la presión extra de llevar una camiseta que pesa toneladas con un dorsal glorioso. Debutó en el partido de ida ante San Lorenzo por la Recopa Sudamericana, ni más ni menos que ante el clásico rival del club donde fue figura. Ingresó a los 16 minutos del segundo tiempo reemplazando a Rodrigo Mora y asistió a Carlos Sánchez , que marcó el gol del triunfo en el partido de Ida jugado en el Monumental, quien posteriormente convertiría el gol en el partido definitorio jugado en el Nuevo Gasómetro.

Debutó en la primera categoría del fútbol argentino en el triunfo de River ante Sarmiento de Junín por 4 a 1 con 2 grandes asistencias a Cavenaghi y Sánchez. Hasta ese entonces, el mendocino convencía a los hinchas con grandes actuaciones. Meses después, convertiría su primer gol con la casaca de la banda roja ante Arsenal de Sarandí en un encuentro jugado en el Viaducto que finalizó 3 a 3.

En la Copa Libertadores se produciría el partido más importante en el semestre para el "Pity" llegaba el Superclásico ante Boca por los Octavos de Final. El "ex" jugador del Globo fue víctima de una falta cometida que terminó en penal y gol de Carlos Sánchez.

Pity en un año y medio: 66 PJ, 5 goles y 8 asistencias.

Hasta en ese momento finalizaría un primer semestre aceptable en el conjunto de Núñez. Donde en base a 25 partidos jugado convirtió 4 goles. Sin dudas hasta aquel tuvo un desempeño aceptable por los hinchas. En la segunda mitad de 2015, salvo excepciones, decepcionó.

El primer semestre del 2016 le fue un tanto adverso. Lo más destacado se produce en el inicio del Campeonato doméstico cuando marcó un doblete (golazo incluido) a Quilmes en la goleada de River como local por 5 a 1. Pero luego su actuación brillante se fue decayendo. Durante varios partidos no encontró la solidez dentro del terreno de juego y en muchas ocasiones en el marco local como en el internacional terminó relegado de ambos planteles. A veces ingresó en el banco de suplentes, pero sus malos rendimientos pusieron en riesgo resultados positivos de River que casi terminan siendo adversos. Así y todo, jugó en las últimas fechas del campeonato pasado. Es decir, no quedó desafectado como Viudez o Chiarini, que sí se irán.

Junto con otros jugadores del plantel, se barajó la posibilidad de que estaría en una lista de prescindibles. Finalmente, tras muchos rumores de desvinculación, seguirá por lo menos seis meses más. Aunque estos últimos seis meses serán claves para su futuro como futbolista y para el futuro futbolístico de River.