La final comenzó con una gran actuación de la inglesa Dua Lupa cantando éxito tras éxito en una recopilación de minutos con un maravilloso equipo de bailarinas y escenografía.
Justo al término de la ganadora de 16 premios musicales, se hizo notar la tensión de los fans observando como entraban los equipos al son de dos chelistas croatas vestido uno con la indumentaria del conjunto “merengue” y el otro con la de los “reds” entonando el himno de la UEFA Champions League.
Los técnicos salieron con su once inicial de memoria; Zidane arrancó con Navas, Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; en el medio campo Kroos, Casemiro, Modric y adelante Isco atrás de Cristiano Ronaldo y Benzema. Por su parte Klopp puso a Karius, Van Dijk, Lovren, Robertson, Arnold; en medio con Henderson, Milner, Wijnaldum, Firmino, Mané y Mohamed Salah.
El árbitro serbio de 45 años, Milorad Mažić se percató que todo estuviera correcto para dar inicio del partido más esperado en temporada de clubes. Finalizó la espera y el balón se hizo rodar en el estadio Olímpico de Kiev; se notó enseguida la presión del Liverpool FC y la espera del Real Madrid CF.
Al minuto de juego Mané y Milner se juntaron con una serie de pases que terminó en un pase filtrado por la derecha que si no es por la anticipación de Casemiro, el senegalés se pondría de frente a Navas. El Liverpool seguía sorprendiendo al Madrid, ahora con jugadas a balón parado. En el '5 Salah pasó sobre el esférico, le dio un pase Milner y el egipcio disparó estrellando sobre Modric.
En los primeros minutos, el Real Madrid estaba desordenado, sus mediocampistas perdidos y no lograban enlazar pases fuera de su propio campo; la estrategia del DT alemán del conjunto inglés estaba dando resultados. Hasta que los blancos con una gran jugada de presión robaron el balón dándolo a Modric, pasando a Isco y Benzema, que, con base a una telaraña de pases lograron asistir a Cristiano Ronaldo que disparó por encima del travesaño en el minuto 15.
Se peleaba el balón en el mediocampo cuando Sergio Ramos y “Mo” Salah batallaron con los brazos entrelazados y cayeron buscando el esférico. El egipcio permaneció en el suelo y solicitaba ayuda desde el banquillo; el hombro fue causante de que el goleador de la Premier League dejara el terreno de juego entre lágrimas y con vísperas a perderse el Mundial. Salió al '28 por Adam Lallana.
A partir de ahí el Liverpool bajó la intensidad, desde los fans con cara de preocupación por su mejor jugador y los jugadores que no sabían como acomodarse en el campo. No se iba el fantasma de las lesiones cuando al '33 Dani Carvajal en una pared con Cristiano Ronaldo, se desplomó en el campo; resentido de la rodilla salió por Nacho.
A los 42 minutos de juego, apareció “CR7” con un cabezazo debido a un centro aéreo que contuvo Karius pero dejando un rebote, Benzema mandó el balón a las redes pero terminó anulado debido a un fuera de juego. Milorad Mažić finiquitó la primera mitad del partido con una posesión del 65% para el conjunto merengue y 35% para los reds.
Iniciando los segundos 45 minutos, llegó una jugada de sorpresa del Real Madrid, con pase de Marcelo que interceptó Lallana, este llevó a la continuación para que Isco remate frente al arquero y lo mande al travesaño.
El Madrid insistía y en una presión sobre el arquero, Benzema se interpuso al pase de manos de Karius que quiso salir a ras de pasto y el “Gato” solamente puso el pie para mandar el balón a las redes haciendo el 1-0.
El rumbo parecía irse hacia los de la capital de España hasta que en un córner al '54 Sadio Mané empató el partido después de un centro de Lovren. El senegalés solo tuvo que rematar dentro del área chica de Keylor Navas y empatar el marcador del el partido 1-1.
Los dirigidos por Klopp se soltaron en el mediocampo y devolvieron las esperanzas para los aficionados del Liverpool; pero solo una genialidad podría modificar las cosas. Así fue como al '61 “ZZ” mandó a la cancha a Gareth Bale en lugar de Isco. Y fue cuando el galés nos regaló a los miles de espectadores en todo el mundo una obra de arte haciendo el 2-1 con un gran gol de chilena que Karius poco pudo hacer. Un magnífico gol que competirá con el de Zidane en contra del Leverkusen por el mejor de la historia en finales de Champions.
Mané no se rendía y comandó el ataque del Liverpool que el mismo autor del empate, tras un disparo fuera del área mandó el balón al poste en el minuto 69.
Cristiano Ronaldo había desparecido un poco hasta que un gran pase de Modric lo dejó solo ante el arquero pero tardando un tiempo en rematar, luego el lateral izquierdo Robertson barría para enviar el disparo al córner.
Se veían desanimados los “Reds”, mientras el tiempo corría y no se veía por donde hubiera respuesta del conjunto inglés. Pasaron más de 10 minutos y al '83, Gareth Bale (elegido MVP del partido) desde 30 metros a la portería se animó a disparar con su pierna izquierda y Karius de nueva cuenta erró; quiso poner los puños para sacar el balón, dudó, abrió las manos y el esférico le pasaría a lado de su cabeza dejando en el marcador el 3-1 para el campeón defensor.
Después del 3-1, el partido pasó totalmente en control del Real Madrid; que con la entrada de Asensio por Benzema aseguró la posesión de la pelota y llevó los minutos a su gusto. Todos esperaban un gol de Cristiano Ronaldo que al 93´ tuvo la opción pero se anuló la jugada debido al ingreso de un aficionado al terreno de juego y con esto el árbitro pidió el balón para finalizar las acciones.
Loco partido y equilibrado por momentos, que ni el mejor cineasta hubiera querido realizar; todo fuera de lo planeado, tanto lesiones como goles. Una genialidad separó la equidad y al final el Real Madrid es un justo ganador de la edición 2017/2018 de la UEFA Champions League; logrando la 13era. Y de paso igualar el récord que sostenía el Bayern Munich con tres campeonatos UEFA seguidos en los 70'.