Fernando Santos tiene el objetivo de dar al cuadro lusitano una nueva imagen en la Copa del Mundo Rusia 2018 a pesar de no ser considerado favorito, y anhela llegar a las instancias finales. Además de ser entrenador, es ingeniero electrónico, recibido en su época de jugador. Como ex futbolista sabe que llegar a la Copa del Mundo con la camiseta de su país es un honor.

Santos fue elegido en 2014 como seleccionador de Portugal en lugar de Paulo Bento, quien hizo un desastroso Mundial y luego una vergonzosa derrota ante Albania en el primer partido de la fase de clasificación para la Eurocopa 2016, lo que marcó su salida. Quien llegaba había tenido un buen desempeño en el fútbol europeo: entre 2010 y 2014 Fernando Santos estuvo al mando de Grecia, selección a la que llevó a la fase de cuartos de final de la Eurocopa y luego a los octavos de final en Brasil 2014.

Esa vitrina hizo que la Federación Portuguesa volteara a verlo, y se consolidó como uno de los estrategas más exitosos en tan poco tiempo en la historia del fútbol de esa nación. Asumió en 2014, luego de su participación en Brasil con la selección griega. En la Eurocopa 2016, guió a Portugal a un primer título y desde luego a Rusia 2018, para dirigir lo que será su segundo Mundial consecutivo.

Su temperamento y gran conocimiento en fútbol, hacen de Santos, de 63 años de edad, un hombre con hambre de triunfo. Su estilo está marcado en la garra, en no dar preferencia al jogo bonito, sino aplicar en la cancha un juego sencillo, pero efectivo, que genere peligro a la meta rival. Su filosofía es hacer que el equipo sea grande y no tener a un hombre referente, para hacer que todos sean protagonistas, sin embargo, en Cristiano Ronaldo es casi imposible no encontrar un estandarte, un abanderado de Portugal.

Santos probó su estilo en los clubes de Benfica, Sporting de Lisboa y Porto -único entrenador en dirigir a los tres grandes de Portugal- además de los helénicos AEK Atenas, Panathinaikos y PAOK. En el Porto logró 5 de sus 7 títulos entre 1998 y 2001: una Primera División, dos Copas y dos Supercopas de Portugal, y fue conocido como el “Ingeniero del Penta”. Además de la Eurocopa 2016 con su país, logró ganar una Copa de Grecia con el AEK Atenas, en 2002.