Semana redonda para el entrenador del "Millonario": el martes clasificó a una nueva final de la Libertadores y ayer (jueves) quedó como el segundo mejor DT del mundo luego que se anunció el ranking de ese puesto.

En la semifinal frente al "Xeneize" el rendimiento del árbitro brasileño Sampaio fue pobre y Gallardo ante esto comentó: “Muchos medios se hicieron eco del pobrísimo arbitraje de Sampaio en Boca. 12 o 13 faltas de las 27 fueron inexistentes. Te podés equivocar en dos o tres, ¿pero en 12 faltas? Eso nos fue llevando a no poder salir y también producto de la exigencia de Boca. Aguantamos bastante bien, podría haber sido mucho más dificil".

Ahora no se conforma y buscará conseguir el bicampeonato en el estadio nacional de Santiago de Chile: “Es una final merecida. Vamos a enfrentar a un equipo muy poderoso, con muy buenos jugadores, con un entrenador que ha llegado este año y lo ha convertido en este equipo que es hoy. Tiene muchísima experiencia y ya ha estado en otras finales también”. La Conmebol confirmó en las últimas horas que se jugará en la capital del país transandino, a pesar de los problemas que están teniendo en los últimos días.

Hace dos años quedó eliminado en semifinales con Lanús y recordó como estuvo el animo del plantel en el vestuario tras caer contra el "Granate": "Tranquilamente podríamos haber entrado en una depresión futbolística y un desequilibro total, hacer cualquier cosa. Fue dura esa derrota, pasamos por momentos difíciles hasta que volvimos a jugar en marzo un partido importante contra Boca en Mendoza (Supercopa Argentina)".

Por último siguió haciendo hincapié a la llave contra el equipo de Jorge Almirón en aquel momento y con esto concluyó: "Estábamos en una depresión futbolística pero no así mental. Pero si habíamos logrado algo importante antes de esa derrota comportándonos de la misma manera, ¿por qué íbamos a cambiar?. Había que volver a acomodar las cosas nada más, que el tiempo no nos confundiera y encontrar un partido que nos diera el empujón para despegar. Fue un punto clave para no entrar en un pozo depresivo futbolístico”.