Todo comenzó en marzo de 2016, el proyecto de fútbol femenino en Tigre volvía a ser una realidad, después de muchos años. Un año atrás el ex jugador y coordinador del proyecto: Raúl Maiola (hoy entrenador del primer equipo de Las Matadoras), ya se había sentado con la comisión directiva para impulsar este sueño. Inmediatamente, luego de la diapositiva puesta por FiFA y Conmebol, donde exige a los clubes que disputen competencias internacionales, tener su equipo femenino inscripto en AFA, en este caso.

Se decidió empezar con las pruebas de jugadoras. El ex técnico del equipo femenino de Excursionistas se hacía cargo de la convocatoria y empezaban los entrenamientos. Tigre militaría en la austera, pero competitiva categoría C. Donde se cruzaría con Chacarita, Sportivo Italiano, entre otros. Desde el comienzo, el entrenador anhelaba un "equipo competitivo de chicas grandes". Junto con ex jugadoras del club, armaba un equipo modesto pero con jugadoras que "les guste jugar al fútbol", gran mayoría de ellas, provienen de futsal. Otras pocas, de cancha de once. Como es el caso de Soledad Tartter, ex jugadora del antiguo plantel, cuál guardó ese secreto, hasta que Maiola la eligió en unas de las pruebas.

Otra que proviene del fútbol de once es Carolina Segura, la guardameta de las Matadoras, con una gran experiencia bajo los tres palos, dejó todo por jugar en el club de sus amores (estuvo en UBA, Defensores de Belgrano, River entre otros), O la Gurisa: Victoria Sarmiento, que un día armó su bolso y dejó su Entre Ríos natal, para probar suerte en Buenos Aires y cayó acá: en Tigre.

Así, decenas de historias diferentes se encuentran en los pasillos del predio de Rincón. Hoy en día el fútbol femenino de Tigre, consolidado su rol en la categoría. Primeras en el campeonato, invictas. Ejemplo de perseverancia y esfuerzo. Y también, de un equipo de líderes positivos encabezados por Raúl Maiola, quien se cargó al hombro la responsabilidad de, no sólo crear un equipo de mujeres para jugar una vez a la semana, sino un equipo de jugadoras profesionales y comprometidas con dar lo mejor cada fin de semana. Todas por un mismo fin: dejar a Tigre en lo más alto. Todas las Matadoras, coinciden al momento de describir el plantel y al técnico: "Somos una gran familia. Y Raúl es como nuestro papá".

Ese es el sentimiento que nació con el tiempo en cada una de las chicas. Desde aquel 14 de septiembre del año pasado en su debut en el Dellagiovanna. En la actualidad Tigre cuanta con un primer plantel de fútbol femenino y una reserva que participa en el torneo de dicha categoría donde se miden con equipos como Boca, Racing, River entre otros grandes. Ambos planteles son coordinados técnicos y tácticamente por Maiola. Quien participa de todas la selecciones de las jugadoras, acompañado por Axel Rozenzwaig y Carla Brown, delantera y goleadora del equipo.

De a poco y a base de esfuerzo, el Colo, va haciendo realidad su sueño: equidad entre el fútbol femenino y el masculino. Los fines de semana, el predio de Rincón se colma de hinchas matadores, banderas y bombos, para alentar a las chicas que dejan todo por devolverle a Tigre, lo que alguna vez fue. Desde nuestro lugar, estamos ansiosos como todos los hinchas matadores, por volver a ver rodar la pelota y por qué no, alcanzar el tan ansiado ascenso y cerrar un ciclo extraordinario de Raúl Maiola y equipo.