En La Boca todo es fiesta y carnaval porque el equipo que dirige tecnicamente Hugo Ibarra se quedo nuevamente con lo que fue una nueva edición del Superclasico y estiro su paternidad sacandole 8 partidos de diferencia a River en el historial.
En una Bombonera super explotada los Xeneizes buscaron desde el comienzo adelantarse en el marcador, con Benedetto y Langoni intentando cerrar los caminos de Pinola, Mammana y Diaz cuando salian jugando de abajo, con Ramírez y Payero recuperando la pelota en tres cuartos del campo de los dirigidos por Marcelo Gallardo que se veian obligados a jugar al pelotazo desde la linea de centrales por la gran presion que los locales presentaban, neutralizando el juego de Enzo Perez y De La Cruz en la mitad de la cancha, cubriendo bien las subidas de Casco y Herrera y quedando mano a mano en el fondo, así salia a jugar el primer tiempo el equipo local.
Boca carecia de profundidad en algunos momentos de juego debido a la superpoblación de camisetas rojiblancas que se paraban detrás de la linea de la pelota cuando los comandados por Ibarra intentaban atacar. En un primer tiempo muy poco creativo por ambas partes y muy discutido por algunas decisiones arbitrales de el arbitro Dario Herrera se iban los dos equipos al descanso 0 a 0.
Ya en un segundo tiempo mucho mas abierto desde la circulación de pelota fueron los visitantes desde los cambios que mando Gallardo al campo de juego quienes tomaron la iniciativa , moviendo la pelota y buscando asociar pases pero no encontraban profundidad. En cambio los xeneizes buscaron salir de contra y encontrar a un River que es defensa estaba mas abierto, ya que la linea de 5 defensores que habian planteado los millonarios en la primera parte ya se habia desecho.
Y así fue como el partido comenzaba a abrirse completamente, luego de un centro de Fabra que se desvío en la espalda de De La Cruz y que Pol Fernández logro conectar de volea ese rebote que Armani saco con un manotazo impresionante y la pelota se iba al corner, del cual se iba a encargar Payero de enviar nuevamente la pelota al área de River y que encontró la cabeza de un Benedetto que no perdono y de esta forma hacia explotar a toda La Bombonera.
Ya con un equipo visitante totalmente lanzado al ataque en busca del empate los locales se cerraron atrás intentando anular la embestida de camisetas rojiblancas que cada vez poblaban mas el área de un Agustin Rossi que salia a cortar cada centro con total seguridad y se aferraba de un triunfo que todos iban a sufrir hasta el final, ya que una patada de Rojo a De La Cruz le termino costando la expulsión al defensor. Pero ni en la última pelota los de Gallardo pudieron sacar adelante un partido que se les hizo esquivo en todas las lineas y que termino con una locura total en los simpatizantes xeneizes.