Cada partido es una nueva final para el elenco de Victoria, que llegaba a la capital tucumana luego de saber que sus principales competidores para zafar del descenso habían ganado su encuentro (Olimpo, Huracán y Vélez). Enfrentaba un sólido Atlético Tucumán, que aún sin su goleador Luis Rodríguez, es un equipo a temer y más en su estadio.

El cotejo del sábado por la noche fue entretenido. La posesión y el dominio del trámite se lo fueron turnando y los arqueros Julio Chiarini y Augusto Batalla fueron determinantes. El Matador estuvo prolijo en su última línea, con buena tarea de Ignacio Canuto y Alexis Niz (quien salvó a su arco en una llegada clara del Decano), aunque no pudo gravitar en el mediocampo y en el ataque. Denis Stracqualursi continúa con su sequía, aunque de manera injusta esta vez, dado que a los 15 minutos le anularon un tanto tras definir luego de un pase de Lucas Janson, por un off-side que nunca existió: estaba en la misma línea que el último defensor.

En el complemento, el local tuvo llegadas en los pies de Javier Toledo, aunque sin eficacia. Ingresó Federico González para oxigenar al ataque matador y en su primera intervención, casi la manda a guardar: error del defensor Cabral, y posterior remate del 9 que Batalla brillantemente la desvió. Con destellos, González demostró que está para pelear un lugar en la titularidad tranquilamente. En el final del partido, terminó mejor el cuadro del Lobo Ledesma, sin puntería.

Fue igualdad sin goles, que a Tigre le sirve: llega a 14 puntos en la Superliga, lleva cuatro partidos sin perder, e iguala en los promedios con Vélez (ambos con 111 puntos) y apenas es superado por Huracán (112) y Patronato (que perdió ante Defensa y frenó su racha). Ahora, se vienen dos desafíos durísimos: en la fecha 18, el Matador recibirá nada menos que al escolta de la Superliga, Talleres, y en la jornada siguiente visitará al líder Boca Juniors en La Bombonera. Cada partido, una final por la permanencia.