El arquero titular del equipo dirigido por Alfredo Grelak comenzó siendo Walter Benítez, quien jugó las ocho primeras fechas del torneo y recibió 15 goles, manteniendo la valla invicta en una ocasión. Durante el partido con San Lorenzo sufrió una lesión, y a partir de ahí fue reemplazado por Silvio Dulcich, quien se afianzó debajo de los tres palos y atajó en nueve encuentros, en los que le convirtieron 17 goles.
Quilmes fue el equipo más goleado del torneo, seguido por Colón y Atlético de Rafaela con 31 tantos en contra. En total, los goles recibidos fueron 32 y en solo dos encuentros la defensa logró mantener el marcador rival en cero (contra San Lorenzo y Temperley). Los defensores que más partidos disputaron en el torneo fueron los integrantes de la dupla central, Damián Malrechauffe y Juan Celaya, con 12 actuaciones, seguidos por Alan Alegre con 11, y los laterales Gastón Bottino y Leonel Bontempo con 10. Alegre fue quien más minutos estuvo en cancha (975), y Malrechauffe fue el que más tarjetas recibió (cuatro amarillas y una roja) y el único que marcó un gol junto a Matías Orihuela.
Grelak varió la defensa en muchas ocasiones, y también contó con la participación de Emanuel Morales, Lucas Suárez, Mariano Uglessich, Matías Orihuela y Maximiliano Paredes.
Aún no se sabe cuál será el destino de la mayoría de los jugadores y, teniendo en cuenta los problemas económicos del club, muchos quieren emigrar y finalizar su vínculo. A los que se les termina el contrato son: Malrechauffe, Morales, Suárez y Uglessich. El resto, aún es un misterio si serán tenidos en cuenta por el entrenador para el próximo semestre, si desean irse, o si se quedarán en Quilmes a pesar de las dificultades salariales.