La independencia del fútbol

Este 9 de julio del 2014, Argentina volvió a la final de un Mundial de fútbol tras 24 años de sequía. La Albiceleste intentará el domingo ser nuevamente campeón del mundo luego de 28 años. En el Obelisco y a lo largo de la Avenida "9 de julio" se han visto imágenes imborrables.

La independencia del fútbol
Foto: TN
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Por Fernando Torok

El calendario indica 9 de julio. Es un nuevo aniversario del Día de la Independencia. Marcadas las 00:00, suena el himno en todas las tvs y radios del país. Mientras tanto los argentinos recuerdan a esos héroes en Tucumán. A aquellos que, finalmente, lograron separarse de la corona española para iniciar un nuevo camino. 

¿Qué es Argentina? Un país especial. El creador del dulce de leche, el colectivo, la birome y las huellas. Su población puede ser admirada de distintas formas: solidaria, amable, divertida, egoista, creída... Las opiniones se diferencian por si uno es argentino o extranjero. También por las vivencias o los lugares compartidos con seres de dicho país. 

Muchas veces la población argentina tiene visiones muy marcadas y opuestas en temas de cualquier índole: política, económica, religiosa, social, etc. Esto en el día a día lleva a peleas, discusiones y enojos que terminan quebrando la unidad nacional.

Pero este 9 de julio del 2014 es diferente. Al menos lo es respecto de los que recuerdo en mis 21 años de vida. El toque distintivo llega, una vez más, por parte del fútbol. El efecto llega, como diría el gran Eduardo Sacheri, por "una actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más profana". Pero ocurre.

El reloj marca las 19:30 o las 19:45, ya sinceramente no recuerdo. Este humilde autor está abrazado con sus amigos. Los tres hasta las lágrimas celebrando un hecho que se vivió en el pasado pero que, si no fuese por páginas webs o archivos de videos, parece una fábula. Argentina venció agónicamente en penales a Holanda y llegó a la final del Mundial de Brasil 2014, hecho que no lograba hace 24 años.

El acto seguido fue, para estos tres miembros nacidos en 1993, ir a festejar al Obelisco. Si bien la copa aún no se ganó y el partido más difícil está por llegar, la emoción nos hipnotizó. Producto de la inmienente final ya soñamos con esas historias que nos contaron nuestros padres, abuelos o personas mayores.

Veteranos que han visto y nos han expresado como Kempes se escapó y, casi sin saber donde estaba la pelota, definió para dejar atrás a los vestidos de naranja en 1978. También como el más grande de todos los tiempos metió un pase entre cinco alemanes para que Burruchaga escriba el 3-2 de 1986 y que todos se rindan ante el "señor diez".

Pero esta vez es distinto. Esta vez nosotros somos los protagonistas... Caminamos con cánticos plagados de emoción y deseo. Junto a nosotros miles de desconocidos que, a la vez, son compañeros por la ilusión. Arribamos a la calle Corrientes y el marco es conmovedor.

La cantidad de personas en el sitio las hacen imposibles de contar. Pero allí están. Desde niños hasta abuelos. Mujeres y hombres. Todos con algún objeto: una remera, un gorro, una bandera, pero ese celeste y blanco que los une.

Finalmente, llegamos a destino. Esa gran masa albiceleste es aún más grande, y sigue creciendo. Algunos toman fotos, otros cantan, otros miramos atónitos como si el sueño estuviese por cumplirse. Entre mis pensamientos, mis momentos buenos y malos en este 2014 y mi sonrisa producto del resultado, me detengo a pensar. Saco una conclusión de la cual todos son libres de compartir o no, pero creo que muchos concordarán.

¿Hay una mejor muestra de la palabra "Independencia" que esta? En la reja que protege al monumento histórico están centenares de personas. Entre ellos hinchas con camisetas de Boca y River. Esta vez los medios no hablan de la violencia en el deporte, de la tensión o de los barra bravas. Sino que pueden comentar de una unión. 

A lo largo de la Avenida "9 de julio", integrantes de distintos movimientos políticos que constantemente se contraponen. Personas que, según ciertos caracteres económicos, pueden ser de clase "alta" o "baja"... Pero estas diferencias ya no existen. Todos celebran, todos se miran y rien. Algunos hasta se abrazan, sin saber que el desconocido es aquello a lo que se oponen en el día a día.

Sabella y sus hombres han logrado un pase histórico a la final del Mundial de Brasil 2014. Pero esta tarde-noche nos enseñaron que, por más inocente que suene, todo es posible unidos. Estos veintitrés hombres sumados al cuerpo técnico unidos han sorteado críticas y desafios para llegar a esta instancia. También nos han demostrado que somos una potencia si nos lo proponemos desde el "tirar para el mismo lado".

Esperemos que el domingo, en el Maracaná, esta ilusión se convierta en un hecho imborrable con un triunfo sobre Alemania. Así también podremos observar, esta vez con mayor fervor, esta indepedencia que hace grande a nuestro país. ¡Infinitas gracias señor fútbol!