Algunos por lesión, y otros por temor. Sea cual sea el motivo, lo sabido es que la competencia no será lo mismo sin los tenistas que le dan color día a día al deporte. Varios jugadores del Top 10 se ausentaran en la búsqueda de la dorada.
Uno de los primeros en bajarse fue Milos Raonic, el canadiense que venía de disputar la final de Wimbledon, declaró en su cuenta de Twitter que no participaría de los Juegos Olímpicos por temor al virus “zika”, ya que no quería exponer a su familia al riesgo del contagio. Thomas Berdych fue otro de los que decidió no competir por el virus. Simona Halep, tercera del ranking WTA, se sumó al canadiense y al checo.
Otro de los motivos que acechó el tenis olímpico fue el calendario del circuito ATP. Jhon Isner y el novicio Dominic Thiem eligieron no viajar a Río de Janeiro para sumar competencias que le otorguen puntos para el ranking. Incluso, Isner fue la primer baja de los Juegos, lo anunció en marzo de este año. El joven austríaco está en auge en el circuito, y desde hace ya unos meses declaró no estar entusiasmado con los Juegos Olímpicos. Además, su privilegio es defender los puntos de los torneos Umag y Gstaad, en donde se coronó campeón, y la semifinal en Kitzbuhel. El español Feliciano López es otro que no dirá presente para prepararse para el Master 1000 Cinccinatti y el US Open.
Si bien todas estas ausencias de harán notar , hay una que es la más dolorosa para los aficionados del deporte. Roger Federer se vio obligado a bajarse de los Juegos Olímpicos por una lesión en su rodilla, de la cual fue operado en febrero de este año. En las semifinales del último Wimbledon, el Expreso Suizo sufrió una caída que lo llevó en consecuencia a la derrota del encuentro. El astro del tenis mundial declaró que tomó la difícil decisión por recomendación de su médico, para poder jugar en el circuito, al menos, cuatro años más. Roger se perderá su última chance de competir por el oro olímpico en singles, logro que nunca pudo conseguir. En Londres 2012 se consagró campeón de dobles con Stanislas Wawrinka, quien tampoco se presenta en Río por una lesión en su espalda.
Sin muchas de las grandes figuras, Río espera con ansias el debut del defensor del título, Andy Murray, y el actual número uno, Novak Djokovic. Todo indica que uno de ellos dos conquistarán la dorada de la XXXI edición de los Juegos Olímpicos.