El número 100 del mundo, sobre el que pesaba la posibilidad de una suspensión de por vida, vio como este martes su sanción de seis años fue inmediatamente reducida a tres años después de que el argentino se comprometiese a no volver a incumplir las normas del programa anticorrupción. No son nada alentadoras las noticias para el argentino Nicolás Kicker, ya que por su edad y por el ritmo que había logrado en este comienzo de año, seguramente va a tener poco margen para volver a los primeros puestos.
Una lucha tremenda es la que sufren los tenistas para llegar al top ten, sin dinero recorriendo por el mundo, durmiendo por momentos en el suelo, y sin apoyo de las entidades gubernamentales, pueden ser corrompidos por sistemas mafiosos quienes están insertados dentro de los circuitos menores.
Pero esto no es un justificativo para que los jóvenes incurran en éstos actos de corrupción, que permiten seguir dándole vida a un mercado negro que le hace muy mal a este deporte. Por ello, además fue declarado responsable por no cooperar con la investigación de la TIU sobre las acusaciones hechas en su contra.
La suspensión tomó efecto el pasado 24 de mayo; fue en esa fecha cuando Kicker, de 25 años, fue reconocido culpable de haber amañado el resultado de un partido de junio de 2015 en Padua, en Italia, así como otro en Barranquilla, en Colombia, en septiembre del mismo año.
Sin embargo, al actual 100º del escalafón mundial le comunicaron que, en caso de no romper las normas y cooperar con las investigaciones ligadas a las apuestas ilegales, podría solicitar una suspensión de la pena recién en mayo del próximo año.
Las sospechas de la TIU surgieron a partir de la rápida derrota (6-1, 6-2) que sufrió Kicker a manos del surcoreano Duck Hee Lee en apenas 63 minutos de juego, en Padua; y también por su caída ante el ecuatoriano Giovanni Lapentti en Barranquilla tras haberse impuesto en la primera manga por 6 a 2, el favoritismo del argentino cayó y en las casas de apuestas hubo movimientos de hasta 700.000 euros que llamaron la atención de las autoridades. Posteriormente, el argentino perdería aquel encuentro por 6-2, 2-6 y 5-7.
Una lástima que uno de estos luchadores de los bolsos en los aeropuertos, estaciones de colectivos o de trenes, deban caer en las manos de estas mafias que le hacen mucho daño al deporte.