Nicole se marchó a Europa a adquirir experiencia, la cual, deseaba infructuosamente poner a disposición de la selección Colombia. La colombiana se fue al fútbol español, con las ganas de que en su país no solo se le admire por su belleza.

Sus goles, su juego, sus movimientos en la cancha es lo que realmente le importa a Nicky mostrar en la tricolor. La hoy jugadora del Rayo Vallecano femenil fue convocado al micro ciclo de la selección Colombia que se prepara para el campeonato de fútbol de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro.

La rubia vallecaucana en entrevista con el diario El Espectador dijo: “Quiero que me vean como una buena jugadora y no sólo como una cara bonita”, confesó.

“Cuando llegué no sabía nada, ni cocinar ni pagar las cuentas. Fue como comenzar a madurar y hacerme cargo de mi vida, de mis cosas, y eso hizo que me volviera una mujer mucho más madura en poco tiempo” mencionó en la entrevista con El Espectador.

Nicole, ha pasado en España de tener un año regular con el Atleti femenil a ser una jugadora de importancia en el Rayo, club que la acogido de la mejor manera. Sobre su experiencia en el Rayito, la Regnier indicó: “Me levanto en mi club con ganas de entrenar y mejorar con el fin de que me puedan seguir citando a la selección. Acá, en nuestro país, hay muy buenas jugadoras y el cupo es muy limitado, pero doy el máximo día a día porque ese es mi objetivo número uno: estar en Río con el uniforme tricolor”.

Es tanto lo que quería Nicole estar con la selección, que esta convocatoria la ha recibido con el mayor agrado: “Lo recibí como un regalo de Dios porque era algo que había esperado por muchísimo tiempo, había estado trabajando muy fuerte para eso. Yo casi me muero de la felicidad. Será una de esas fechas que nunca voy a olvidar”, afirma Nicky.

El mérito de Nicole es su perseverancia en el fútbol, deporte que en la categoría femenina en nuestro país ha dado buenos frutos, sin embargo, no cuenta con el apoyo necesario para que las jugadoras tengan un mejor desempeño.