De baja estatura, pero con envión anímico suficiente para dejar hasta la piel en el terreno de juego en la representación de su país, eso significa Wilmar Barrios para la selección Colombia, un jugador notorio en el ciclo del profesor Reinaldo Rueda Rivera.

Una nómina en la que el volante cartagenero partía como inicialista y con la responsabilidad de cortar balones a los desequilibrantes jugadores brasileños, con el pasar de los minutos fue tomando importancia en interrumpir los ataques del local y se desplegaba en cancha. 

Una ocasión de remate tuvo, el cual empalmó con su botín derecho y el balón se fue por encima del travesaño, una intención de ataque de la tricolor que representó motivación para sus compañeros.

Wilmar se comprometía en recuperar balones y entregar a sus compañeros, mientras estuvo en cancha su desempeño fue notorio principalmente en la primera etapa donde Colombia sostenía el empate parcial.

Producto del ambiente del juego, sobre el minuto 29 de la inicial Wilmar llegó a la humanidad de Neymar con la intención de recuperar la pelota, pero se excedió en la marca y fue amonestado con tarjeta amarilla por el central chileno de la contienda. De inmediato se notó la desazón en el rostro por la no continuidad con el equipo para la próxima fecha. 

Representa Wilmar Barrios una baja supremamente sensible de cara al próximo encuentro el martes 16 de noviembre ante Paraguay en Barranquilla, debido a la amonestación con cartulina amarilla que recibió la noche anterior, por tal razón ha sido desconvocado y retornará a su club Zenit de Rusia.

Un sabor amargo dejó la derrota colombiano a manos de Brasil por la mínima diferencia, sin embargo se trae a colación el desempeño de Wilmar Barrios los 78 minutos que estuvo, dado que le dio paso a su compañero Luis Fernando Muriel. Fue combativo, inquieto y sobretodo serio en la marca hacia sus adversarios.