Según ESPN, el jugador renovará con Sacramento Kings antes de que dé comienzo el training camp previo al inicio de la temporada regular. Todo hace indicar que el contrato de Cousins será el que esperaba el jugador, de $80 millones a lo largo de cinco años. Recordemos que estas renovaciones se pueden producir hasta que finalice el mes de octubre, coincidiendo prácticamente con el inicio de temporada. Cousins se convertirá así en el cuarto jugador del Draft de 2010 (en el que fue el quinto drafteado) que recibe una ampliación de contrato, después de John Wall (número 1), Larry Sanders (número 15) y, más recientemente, Paul George (número 10).

A pesar del deseo de la directiva, la renovación no se ha podido producir por la presencia del general manager (Pete D'Alessandro) como ojeador en el Eurobasket. Tanto el head coach (Mike Malone), el propietario (Vivek Ranadive) y el propio D'Alessandro, todos nuevos en sus respectivos cargos, han coincidido en señalar a Cousins como la piedra angular del proyecto deportivo de los Kings. La marcha de Tyreke Evans situará todavía más responsabilidad en los hombros de Cousins, uno de los pívots con mayor potencial de la NBA. A pesar de sus capacidades, el díscolo center siempre ha estado lastrado por su carácter dentro de la pista, cargándose de faltas (tanto técnicas como personales) y desapareciendo de los partidos. Aunque sus defectos son grandes, sus virtudes lo son todavía más, permitiéndole alcanzar un espectacular promedio de 16.3 puntos y 9.8 rebotes en sus tres años en Sacramento.

Esta nueva temporada estará marcada por la llegada al equipo de Greivis Vásquez. La rotación en el puesto de base, a pesar de estar cubierta por muchos jugadores, no contaba con un verdadero organizador de juego. El fichaje de Vásquez dará una nueva dimensión a estos Kings que, dirigidos por su batuta, pueden llegar al siguiente nivel. SI Cousins consigue mejorar su comportamiento y entenderse en el pick & roll con el base venezolano, podría llegar a alcanzar con facilidad unos promedios superiores a los 20 puntos y 10 rebotes por partido. Si continúa con su actitud habitual  no se adapta al nuevo estilo de juego, estaremos ante uno de los mejores pívots de la NBA pero, si se lo propone, podría ostentar el trono ocupado por Dwight Howard (con permiso de Duncan, Noah, Gasol y compañía) y ser el center más determinante de la liga.