El Baloncesto Fuenlabrada saltó con un quinteto inicial sorprendente, en el que decidió colocar a Panko como exterior, posición en la que consiguió ser MVP de la ACB con el Guipuzkoa Basket. Esta vez la idea también funcionó, con dos interiores puros y el estadounidense haciendo gala de su ventaja física arriba el Fuenlabrada salió como un rodillo a la cancha, siendo el primer partido en el que los de Chus Mateo capturan más de 40 rebotes.

Panko y su idilio con el perímetro

Andy Panko evidenció su superioridad física como 3 con 12 puntos

La salida de Panko como 3 y Diagné y Arnold en el poste bajo convirtió al Fuenlabrada en un equipo intratable en la pintura. El despiste inicial de Diagné en la primera canasta del Manresa fue un espejismo, ya que los locales atosigaron en defensa a Monroe y atascaron el juego de ataque visitante. Andy Panko, por su parte, campaba a sus anchas por el perímetro, anotando 5 puntos consecutivos que ponían la primera ventaja para el Fuenla, 9-4 en el electrónico. El conjunto naranja sacaba ventaja por doquier de las acciones individuales y se marchaba 16-8 a 5:00 del final del primer cuarto.

El Fuenlabrada ahogaba en defensa al Manresa y una transición de libro y un contraataque culminados por Feldeine ponían 10 arriba al Fuenla a 1 minuto del final, terminando el cuarto con 20-12 para los fuenlabreños. Andy Panko evidenció su superioridad física como 3 con 12 puntos alternados desde el perímetro y la zona.

El Fuenla blindó su aro

El Baloncesto Fuenlabrada hacía carburar su maquinaria defensiva, en la que todos sus engranajes giraban a la perfección sin dejar un resquicio de debilidad. El inicio del segundo cuarto daba pie a un tanteo bajo entre ambos equipos que los locales consiguieron romper sacando ventaja en los 1 contra 1 e invirtiendo el balón hasta sacar ventaja fuera. Fruto de ello era el 31-15 que brillaba en el electrónico a 6:52 para el final. Saltaban las alarmas en Manresa y Borja Comenge pidió tiempo muerto para sacar de sopor a un equipo noqueado y desquiciado. 

El pabellón Fernando Martín descubrió la mejor versión de Diagné

Las cosas parecían complicarse para los locales a 4:47 del descanso con la tercera falta de Vargas, un contratiempo a la larga insignificante, ya que Diagné seguía poniendo cerco a la zona y el rebote. El pabellón Fernando Martín descubrió la mejor versión del senegalés: capturó 9 rebotes, intimidó e incluso puso 4 tapones a lo largo del partido. 

El Manresa se desquició durante el final del cuarto mientras el Fuenla sacaba ventaja invirtiendo el balón a la esquina para Panko, que se colocó con 14 puntos al descanso. Solo un triple de Larsen sobre la bocina conseguía maquillar el resultado para los visitantes: 43-26. 

Reacción visitante y colapso local

La Bruixa d'Or Manresa comenzó apretando en el tercer cuarto con un parcial de 4-12 que llevó a Chus Mateo a pedir tiempo muerto. Los visitantes parecían renovados, con un plus de intensidad sobre los fuenlabreños. Regresaban a Fuenlabrada los despistes, las dudas, la precipitación, las ideas no estaban claras en ataque y los manresanos castigaban desde fuera.

Los de Borja Comenge apretaban en defensa y lograban sacar ventaja de las transiciones

Los de Borja Comenge apretaban en defensa y lograban sacar ventaja de las transiciones, metiéndose así en el partido. Los catalanes acortaron la distancia a 5:50 del final y en el minuto 26:30 redujeron la renta local a 56-46. Un triple de Giannopoulos colocaba a los visitantes a 7 a 1 minuto del final. Se auguraba un último cuarto de infarto con 63-55 en el marcador y un Manresa metido de lleno en el partido.

Final disputado sin arreones

Los 10 últimos minutos se afrontaban con La Bruixa d'Or en una dinámica ascendente y un Fuenla noqueado. Fue entonces cuando los de Chus Mateo apretaron en defensa y, gracias a su garra en el rebote más que a la claridad en ataque, aumentaron la ventaja hasta los 12 puntos, 71-59 a falta de 6 minutos.

El partido cayó en una espiral de juego físico y lento

El partido cayó en una espiral de juego físico y lento con imprecisiones y precipitaciones en ataque, las faltas se sucedían y en esta dinámica los locales mantenían su ventaja a 3:30 para la conclusión. Los visitantes aprovecharon los malos tiros de los fuenlabreños para reducir distancias, pero un gran Feldeine (acabó con 16 puntos y 28 de valoración), que consiguió poner el 78-69 a 1 minuto del final con un determinante tiro en suspensión tras penetración, permitió aguantar a los locales, gracias también a la buena administración de las posesiones. 

El partido finalizó con 81-73 en el marcador gracias al buen hacer defensivo y el talento de un Fuenla que también dominó el rebote por 41 a 29.